"De eso no se habla"
Creación de un episodio más a la película.
Habían transcurrido pocos años, y Charlotte ya no quería vivir bajo la carpa de un circo, ni ser fotografiada para que los negativos quedaran guardados en un cuarto oscuro, así que se marchó en busca de un trabajo de actuación. Hizo un papel insignificante en una película. Después de ello, su agente estaba preocupado; ella estaba rechazando una oportunidad tras otra, a lo cual, Charlotte respondió: "No es sorprendente para ti que una figura en pantalla con enanismo sea abusada por su condición en cualquier situación concebible". Sabía más que nadie que debía ser tratada con dignidad, al igual que otros actores. Renán estuvo de acuerdo y le dijo: "aunque fue incómodo y doloroso para ti; esa oportunidad no vale la pena". Tanto Charlotte como su agente tenían fe en que su convicción eventualmente conduciría al éxito en la industria altamente competitiva.
Después de las dificultades para encontrar un papel, Charlotte intentó actuar en obras de teatro. Su actuación en los cines fue bastante impresionante, tanto para el público como para los críticos, lo que la llevó a ser aclamada por los entendidos en cinematografía. Charlotte le dijo a Renán, su esposo y agente: "esto es solo el comienzo". Basado en el impresionante récord y desempeño presentado en los cines, Renán fue contratado como director de la película “Soy enana”. En ésta, Charlotte interpretó uno de sus mejores papeles icónicos. Su interpretación como una poderosa reina de gigantes fue grandiosa, y a partir de entonces sigue ocupando el puesto número uno en las taquillas a nivel mundial, pues su personaje como una reina enana atrajo enormemente a la industria del cine y al público. La vida de Charlotte se desenvuelve entre cámaras, luces y acción, lejos del establo y de las cuatro paredes donde la tenía su madre, y de ese pueblo donde ella nunca llegaría a ser una reina.
SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 10 de diciembre de 2019