lunes, 19 de septiembre de 2016

"La Alcoba del Olvido"







¿Qué si voy a privarme de escribir acerca de las alcobas, y los placeres?
- ¡Jamás!


He aquí:

LA ALCOBA DEL OLVIDO

¡Qué arrogancia! ¡Qué insolencia!
Vestirte con traje de oropel,
pretendiendo entrar con ansias
a mi alcoba seductora, y adueñarte
de la vanidad de mi soledad.

¡Eres un indolente, insensato, petulante!
¡Vete con tus gemidos prestados!
¡Vete con tus delirios de suspiros!
¡Llévate la falsedad de tus oropeles,
y no vuelvas a pretender lamer mis labios,
ni a domar mis miradas!

Nunca pudiste escuchar el clamor de mis suspiros,
ni nunca pudiste escuchar el jadeo de mi cintura.
¡Qué insensible fue el eco de tu sordera!
¡Mas que elocuente fue el alarido de mis medias de seda!

Nunca mas acariciarás la tibieza de mi desnudez,
ni te embriagarás con mi aliento,
ni domarás mis ardientes caderas,
ni pretenderás mirar mis senos,
ni oler el perfume de mis piernas.

¡Vete con tus pretensiosos recuerdos,
tus miradas, tu ebriedad!
¡Vete imitando, balvuceando,
y lamiendo la dureza de tus sandeces!

¡Tú el del traje vanidoso,
lárgate con tu indolencia
a la alcoba del olvido!



SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 19 de junio de 2016.

¡Nunca, nunca, nunca te amaré!.







Te voy hablar bajo,
"no te amo."
Te voy hablar alto,
"nunca te amé."

Te voy a gritar,
"¡nunca, nunca, nunca te amaré!."