El dinosaurio de Augusto Monterroso, “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”, es una historia corta que comprende una oración de siete palabras. La breve naturaleza del texto desafía la estructura de una historia corta y permite que la imaginación del lector y la recepción de la historia se conviertan en un punto focal en la narración. La primera parte, "Cuando despertó", esta sección no especifica el personaje del que se habla, y a qué se refiere Monterroso. La falta de especificación y detalles deja al lector en suspenso y crea un interés en lo que está hablando Monterroso, a quién se refiere y la dirección que tomará la historia.
La historia continúa con la declaración "el dinosaurio todavía estaba allí". En este punto, hay varias preguntas planteadas en la mente de un lector. Un lector se pregunta si el dinosaurio es el tema de la historia o si hay otro personaje principal en la historia. Si un lector llega a la conclusión de que hay otro personaje en la historia, entonces se desconoce el género del personaje. Un lector también puede preguntarse si la historia se usa metafóricamente para referirse a una situación en la vida real o si el escritor está contando una historia ficticia.
Luego, al dejar al lector en una profuda reflexión, podría considerar al personaje principal como un joven masculino que se despierta de su sueño. Mientras duerme, el niño sueña con días mejores y un mundo sin problemas ni tribulaciones. En el mundo real, el joven experimenta muchas dificultades y problemas. El único lugar donde encuentra paz y felicidad es en sus sueños y fantasías. Estos son los únicos lugares donde no tiene problemas y donde puede vivir felizmente.
El joven luego se despierta de su sueño y es cuando el niño comprende gradualmente su entorno. Lentamente, asimila su ámbito problemático, dándose cuenta de que solo estaba dormido y que sus sueños eran solo fantasías y no una representación del mundo real. Los sueños y las fantasías de un mundo mejor y una realidad en aumento se hacen añicos ya que ahora está completamente despierto. Los recuerdos de su realidad comienzan a desvanecerse. Todavía no tiene hogar y duerme en las calles. El dinosaurio en la historia se refiere simbólicamente a la realidad del niño y al sufrimiento que enfrenta.
El niño concluye que incluso si intenta perderse en sus sueños y fantasías para escapar de los problemas y adversidades de la vida, su realidad sigue siendo la misma. No puede escapar de sus problemas durmiendo y soñando. Se da cuenta de que después de dormir, todo sigue igual al despertar. En la vida, hay muchas veces cuando uno trata de escapar de su realidad a través de diferentes medios. La única forma de enfrentar el "dinosaurio" ante los problemas de la vida es lidiar con estos desafíos directamente sin tratar de escapar de la realidad. Cuando no se resuelven o resuelven los problemas, la realidad sigue siendo la misma y se permite que el "dinosaurio" persista.
SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 15 de octubre de 2019
Fotografía: Daniel Sánchez
Fotografía: Daniel Sánchez