martes, 17 de octubre de 2017

MI DESCARADO PENSAR


MI DESCARADO PENSAR




Aunque que yo nací 
con falda y labios carmesí
no voy a cotejar mi escritura 
con bellos encajes de cuna 
ni delicadas sedas de ternura.


MI DESCARADO PENSAR

¡Voy a estallar con locura!
¡Voy a ultrajar la reverencia!
y con inquieto descaro 
¡voy a ignorar la obediencia! 

¡Se los digo a ustedes!
emperadores derrotados
generales obsoletos
oradores fraudulentos.

¡Tráguense sus vozarrones 
y sus ridículas imponencias!
debiluchos sin agallas 
brutos y tontuelos 
escasos de pensar. 

¡Apártense idiotas!
insulsos, presumidos 
no se atrevan a desafiar
mi admirable razonar.

¡Lárguense mediocres!
y no intenten estropear 
mi altanera irreverencia
mi atractiva locura
y mi descarado pensar. 


Nueva York, 16 de octubre de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA





miércoles, 24 de mayo de 2017

"La Ronda de Noche" por REMBRANDT.





"La Ronda de Noche"

REMBRANDT

Colección del Rijksmuseum de Amsterdam.

 

Lo que está en el fondo de esta imagen es el cuadro principal del Rijkmuseum de Amsterdam, La Ronda de Noche, de Rembrandt.

La Ronda de Noche o La Ronda Nocturna (en neerlandés: De Nachtwacht) es el nombre por el que se conoce comúnmente a una de las más famosas obras maestras del pintor neerlandés Rembrandt, pintada entre 1640 y 1642.  Este cuadro es una de las joyas de la exposición permanente de Rijksmuseum de Amsterdam, pinacoteca especializada en arte neerlandés.

Delante un grupo de jóvenes estudiantes holandeses entregados de lleno a las pantallas de sus smartphones. 

"La Ronda de Noche"

Rembrandt  

Oleo.  
 

 

SIN UN AMOR.





SIN UN AMOR.


Usted con un amor, y yo sin nada.

Nueva York, 24 de mayo de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA.



martes, 23 de mayo de 2017

SUDOR Y LATIGO. - ✏️Nicolás Guillén. [Poema]






SUDOR Y LATIGO.


Látigo,
sudor y látigo.

El sol despertó temprano
y encontró al negro descalzo,
desnudo el cuerpo llagado,
sobre el campo.

Látigo,
sudor y látigo.

El viento pasó gritando:
- ¡Qué flor negra en cada mano!
La sangre le dijo: ¡vamos!
Él dijo a la sangre: ¡vamos!
Partió en su sangre, descalzo.
El cañaveral, temblando,
le abrió paso.

Después, el cielo callado,
y bajo el cielo, el esclavo
tinto en la sangre del amo.

Látigo,
sudor y látigo,
tinto en la sangre del amo;
látigo,
sudor y látigo;
tinto en la sangre del amo,
tinto en la sangre del amo.


NICOLAS GUILLEN.




Látigo,
sudor y látigo.

El sol despertó temprano
y encontró al negro descalzo,
desnudo el cuerpo llagado,
sobre el campo.

Látigo,
sudor y látigo.

El viento pasó gritando:
- ¡Qué flor negra en cada mano!
La sangre le dijo: ¡vamos!
Él dijo a la sangre: ¡vamos!
Partió en su sangre, descalzo.
El cañaveral, temblando,
le abrió paso.

Después, el cielo callado,
y bajo el cielo, el esclavo
tinto en la sangre del amo.

Látigo,
sudor y látigo,
tinto en la sangre del amo;
látigo,
sudor y látigo;
tinto en la sangre del amo,
tinto en la sangre del amo

Lea más: https://www.latino-poemas.net/modules/publisher2/article.php?storyid=1904 © Latino-Poemas
Látigo,
sudor y látigo.

El sol despertó temprano
y encontró al negro descalzo,
desnudo el cuerpo llagado,
sobre el campo.

Látigo,
sudor y látigo.

El viento pasó gritando:
- ¡Qué flor negra en cada mano!
La sangre le dijo: ¡vamos!
Él dijo a la sangre: ¡vamos!
Partió en su sangre, descalzo.
El cañaveral, temblando,
le abrió paso.

Después, el cielo callado,
y bajo el cielo, el esclavo
tinto en la sangre del amo.

Látigo,
sudor y látigo,
tinto en la sangre del amo;
látigo,
sudor y látigo;
tinto en la sangre del amo,
tinto en la sangre del amo

Lea más: https://www.latino-poemas.net/modules/publisher2/article.php?storyid=1904 © Latino-Poemas
Látigo,
sudor y látigo.

El sol despertó temprano
y encontró al negro descalzo,
desnudo el cuerpo llagado,
sobre el campo.

Látigo,
sudor y látigo.

El viento pasó gritando:
- ¡Qué flor negra en cada mano!
La sangre le dijo: ¡vamos!
Él dijo a la sangre: ¡vamos!
Partió en su sangre, descalzo.
El cañaveral, temblando,
le abrió paso.

Después, el cielo callado,
y bajo el cielo, el esclavo
tinto en la sangre del amo.

Látigo,
sudor y látigo,
tinto en la sangre del amo;
látigo,
sudor y látigo;
tinto en la sangre del amo,
tinto en la sangre del amo

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jueves, 11 de mayo de 2017

¡TU A MI, YA NO ME IMPORTAS!








Sin sentir ningún reparo:

¡TU A MI, YA NO ME IMPORTAS!

¡Me devoraste con tu desprecio!
¡Me lastimaste sin compasión!
Yo vivía de rodillas mendigando tu amor.

Realmente importa
A quién le importa
¡A nadie le importa!
si ya cambié el agua podrida de los floreros.
Si ya me cambié la piel andrajosa de mendigo.

¿Y a mí, tú me importas?
¡No, no me importas! Por ello,
¡te devoraré con desprecio!
¡te lastimaré sin compasión!
y morirás de rodillas mendigando mi amor.

¡Así! ¡Sin tersuras y con exultación!
¡Tú a mí, ya no me importas!


Nueva York, 28 de noviembre de 2016
SANDRA SALGADO MENDOZA



¡DESPABILATE!





¡DESPABILATE!


¡Despabílate! y no vengas aquí a sacudir tu amenguada inclemencia. 
A mí no me amedrentan los envalentonados amansados con coagulada pereza.

SANDRA SALGADO MENDOZA.
Nueva York, 29 de abril de 2017.

¡ILUSO!









¡ILUSO!

 ¡Iluso! Quién querría ir a buscar a un cadáver desgarbado
 con dientes podridos colgando desde un cráneo imbécil.


SANDRA SALGADO MENDOZA.
Nueva York, 28 de abril de 2017.

SIN SABER




SIN SABER


'Hay días en que despierto sin saber para qué vivo.'

 

SANDRA SALGADO MENDOZA.
Nueva York, 26 de abril de 2017.

¡Se me acabó la exaltación para ti!.





¡Se me acabó la exaltación para ti!.


 ¡Se me acabó la exaltación para ti!. 
Ahora voy en búsqueda de más desperdicios 
para tu maloliente y arrastrado vivir. 
 
SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 24 de abril de 2017.


¡ESPEJO INSULSO!





 ¡ESPEJO INSULSO!


¡Espejo insulso! Aquí estoy.
¡Frente en alto, barbilla arriba, mirada erguida!
 ¡Qué empiece el careo entre la vida y las ruinas!

Nueva York, 7 de abril de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA.

JALÁNDOSE.





JALÁNDOSE.


En el atajo de mi poesía encontré a un ocioso embarbecido, 
jalándose con sus manos temblorosas su miseria y pelos encanecidos, 
ansiando locamente acariciar el vientre nómada de mi destino.


Nueva York, 6 de abril de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA.

REBUZNAS, REBUZNAS.








REBUZNAS, REBUZNAS. 


Rebuznas, rebuznas sin lengua
aclamándome un cebo discursivo
un atroz aliento despiadado
un imprudente endecasílabo.

Rebuznas, rebuznas sin lengua
estorbando mi exitación ardiente
mi dialéctica estridente
que estrangula tu podrida mente.


Nueva York, 6 de abril de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA.

jueves, 6 de abril de 2017

EL ARDOR DE LAS BARBAS.






EL ARDOR DE LAS BARBAS. 


Llevaba escrito una sentencia sobre su piel una mujer sabia anunciando que los gemidos crecían por el ardor de las barbas, y no por una piel paliducha que las tijeras destrozaban.


Nueva York, 5 de abril de 2017
SANDRA SALGADO MENDOZA.

martes, 4 de abril de 2017

MUÑEQUITO TONTO



MUÑEQUITO TONTO.


¡Basta de alaracas!
¡Basta de sandeces!
Hombrecito de barba
muñequito tonto
aparta tus estupideces
que voy trepada en una bestia
arrastrando la ignorancia
zurcida en tu hocico
que lenguetea mi suelo
atadito a la agujeta
que no despunta lástima
por un muñequito tonto
tontísimo como tú.



Nueva York, 3 de abril de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA.


lunes, 3 de abril de 2017

¡QUE TE LARGUES!







¡QUE TE LARGUES!


¡Qué te largues de mi poesía!
Aquí no es taller de masturbación
de una supuesta hombría.

¡Qué te largues de mi poesía!
Revuélcate en la mugre
de tus morbosas hendijas.


Nueva York, 3 de abril de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA.



jueves, 23 de marzo de 2017

¡DEMENTE!





No solo eres ridículo y absurdo, eres demente.

¡DEMENTE! 


¡Caminas y escupes!
Qué porquería es tu destino.
¡Quítate de mi camino!
Qué yo no escupo contigo.
¡Quita tus sueños mediocres!
Qué yo no sueño contigo.
¡Quita tu andrajosa indiferencia!
que tu ridiculez empieza.
¡Quita tu basural mugroso!
y trapea mi umbral lustroso.
¡Quita tu gargajada apestosa
y trágate tu estupidez vergonzosa.
¡Quita de tu mente esa pose ardiente!
¡Quítalo todo, todo de repente!
y te llamarán, ¡demente!.



*'Gargajada' es una palabra que no existe en el diccionario, y no me importa.


Nueva York, 23 de marzo de 2017
SANDRA SALGADO MENDOZA.


 

¡DESNÚDAME!





Lo escribí mientras me mirabas.


¡DESNÚDAME!


¡Qué quieres!
Que te cante, que te baile
que susurre, y que me ría.
¡Me aburre tu quietud!
¡Qué esperas! ¡Desnúdame ya!

¡Qué quieres!
Verme inquieta, enamorada,
gozosa y perturbada.
¡Estulto, no malgastes mi intención!
¡Desnúdame!

¡Qué quieres!
Que te conmueva con mi voz
Que te acaricie el corazón.
¡No pierdas más tu tiempo!
y desnúdame con pasión.

¡Qué quieres!
Un espejo, una cama
un látigo, y mi rigor.
¡Desnúdate! ¡Desnúdame!
Tiembla de emoción.

¡Qué más quieres!
Un discurso, un poema
una sentencia, y un testigo.
¡Sacude y arroja tus palabras!
Desnuda tu verdad.

¡Qué quieres, títere estólido!
Quieres esto, aquello y más.
¡Vete aprender a desnudar
con arte y sin frialdad!
y no me busques más.


Nueva York, 23 de marzo de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA.






martes, 21 de marzo de 2017

¡Ven vagabunda, excítame!






¡Ven vagabunda, excítame!

 

¡Pluma vagabunda! 
¡Ven, escúlpeme tu vanidad!

Escúlpeme la excitación de tus palabras
que deambulan empalagosas  
en los papelillos de la retahíla de tu mundanal.

¡Ven, excítame con tu atrevido acento de vanidad!
¡Ven vanidosa, ven a excitar mi papel!
¡Ven vagabunda, escúpeme tu vanidad! 



Nueva York, 21 de marzo de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA.


miércoles, 15 de marzo de 2017

ME MIRAN Y ME ACUSAN.



 

Absolutamente, he escrito sin acuse de conciencia e inconsciencia.

ME MIRAN Y ME ACUSAN.


¡Basta de mirarme y acusarme!
¿Què quieren?
Que esconda la desnudez
de mis palabras.
¡No lo haré!
No esconderé las letras ardientes
que danzan bajo mi enagua.

¡Asalvajada vengo!
¡Sin pudor y con descaro!
Fugitiva de silencios,
cavando y desenterrando
pecados termales,
y pateando el estrado
de una solemne soledad. 
 
¡Desmelenada vengo!
¡Libre de velos blancos!
Traigo versos inexpugnables
no sé escribir de otro modo
tengo una desviación
 hacia la inconsciencia.


SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 15 de marzo de 2017.

 * "Asalvajada", esta palabra no existe en el diccionario, y no me importa.




¡NECIO!




¡Qué escándalo!  He escrito un poema entre mis piernas.

¡NECIO!

¡Necio!
¡Eres necio!
¡Te advertí!
Qué no siguieras mirándome.
Qué no siguieras oliéndome.

¡Necio!
¡Eres muy necio!
¡Te advertí!
Qué quedarías atrapado
si olías el perfume
putrefacto de mi vejez.

¡Necio, necio, necio!
¡Te advertí!
Qué enloquecerías oliendo mi piel.
Qué no podrías huir despavorido.
Qué nunca más serías libre.

¡Bruto!
¡Eres muy bruto!
¡Te advertí !
Qué gritarías con locura.
Qué el placer más exquisito,
es oler el perfume rancio de mi piel.

¡Te advertí!
¡Sí, te advertí!
¡Mucho, te advertí!
Qué con tan solo
mirarme y olerme,
serías un esclavo a mis pies.

¡Necio y bruto!
¡Te advertí!
Qué este perfume enloquecedor de la vejez,
te llevaría cada vez más cerca de la tumba.

¡Ven aquí, y huéleme más!
Aquí, cerca muy cerca de mis piernas,
oliéndome, asfixiándote,
enloqueciendo, y ululando de placer.

¡Ven y grita!
¡Grita imbécil! ¡Grita sin fingir!
Diles que me hueles con demencia,
y que estás embrutecido de tanto oler.
¡Huéleme y grítalo por última vez...!
¿A qué  huele mi piel?

SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 26 de enero de 2017.





martes, 13 de diciembre de 2016

¡Sií señor! Él es mi padre querido.

¡Sí señor! MI PADRE es aquel viajero que llegó desde Manabí. Aquel que respetuosamente extendía su mano como un saludo entre amigos.  Aquel erudito que llevaba en su mente un mundo de libros. El que en sus charlas tenía vocación para abolir la ignorancia. El que en su pecho adoraba el altar de su mamita.

Este gentil caballero, a quien le pasaron los años, y más años, mientras yo seguía su camino, él es Teodoro Salgado Vera.  Un hombre auto educado con brillantez en su incomparable biblioteca, y a quien con singular mérito, y conmovida ante su expresión, 'era mi amigo', un vasto caudal de dulzura idolatrando su alma, contemplando su bondad y su honradez en vida, me hace decir con afable retórica, él es mi padre querido.

La cucharilla vacía.






 La cucharilla vacía


Un café
una sonrisa
una mirada
una mujer
una ilusión
un adiós
y un testigo.


Brooklyn, 3 de marzo del 2016
SANDRA SALGADO MENDOZA

Cerca de mí mismo.






Cerca de mí mismo


Me siento cerca de mí mismo
cerca de mis latidos retumbando en el silencio
y cerca del discurso de mis pensamientos.


Nueva York, 25 de febrero de 2016
SANDRA SALGADO MENDOZA

Si yo pudiera.




 Si yo pudiera


¡Un beso! 
¡Un suspiro! 
Si yo pudiera escribir lo que es un beso y un suspiro
Entonces diría, que sí se escribir, sentir y vivir.


Nueva York
SANDRA SALGADO MENDOZA

Un Hércules arrogante.

Y a mí que me importa el escuálido Quijote de la retórica de Cervantes, cuando prefiero un Hércules arrogante.

Mísero espectáculo.

Morir ceñida a un corazón de hojalata sería un mísero espectáculo. Mas ante un jinete de hierro flamearía con placer mi soberbia.

¿Qué quieres?

¿Qué quieres? Que espolee en tu pecho carnoso una señal de desprecio.

¡Embelesada!

Embelesada estoy con tu repugnante barba,  y tu brusco y provocativo decir. ¡Sí, señor. Embelesada!

Versitos tiernos.


¡Versitos tiernos, versitos dulces,
sequen sus lágrimas de infelicidad! 
¡Versitos acurrucados huyan, 
y salgan a encarar la verdad!
¡Versitos amurallados, 
no tengan miedo a la claridad!
¡Versitos escondidos no teman si los devora el qué dirán!

No me avergüences más.

En la intimidad de mis alientos, hay un desequilibrio estropeado en mi escritura. 
Hay una y más trompadas de la semántica. 
Hay uno y otro fruncir de la lingüística, 
y hay un renglón cortejando un cetro que aclama que no avergüence más a la sintáctica.

Que no ostenta pulcritud.

Soy una poeta que no ostenta pulcritud, que no insinúa códigos de honor, y que no huye despavorida ante el estallido alucinante de la impávida insensatez de sus palabras.

Una tristeza huérfana.

Hay un espacio solitario en el mundo, mi propio mundo. 
Hay un libro de soledad de antaño, mi propio libro.  
Hay un melancólico silencio, mi propio silencio.  
Hay un llanto de niña abrazando a su padre, 
mi propio abrazo, 
y hay una tristeza huérfana, 
mi propia tristeza.

Tardè mucho en saber...

Tardé mucho en saber que la tibieza y la suavidad de mi corazón me hacía hermosa.

Mi hermoso río.

Qué frágil se sintió mi corazón cuando en un fugaz suspiro me despedí de las estrellas que alumbraban mi hermoso río.

Un dedal de plata.

Cuando estuvo roto, un dedal de plata observaba como mi madre bordaba ternuras en mi corazón.

¡Oh madre!

Me cantaba canciones de cuna acariciando mis rizos hasta que me durmiera sin llanto. ¡Oh madre! ¡Qué lindo es volver al nido.!

¡Hermosa fui de niña!

¡Hermosa fui de niña!, y conservé  ese hermoso corazón con sus alegres pinceladas de dulzor.

Mi inspiración.

Mi inspiración es el deambular de ilusiones que agonizan.

¡Sin titubear!

¡Sin titubear! está alardeando a la vuelta del camino un  dictamen que sentencia a envejecer y morir. 
Mas ¡sin titubear!, mi pluma seguirá escribiendo acerca de esto que llaman 'vida'.

Vengo de una vida sin respuestas.

¡Vengo de una calle de tierra!
¡Vengo de un puente de manos!
¡Vengo de la simplicidad de la mesa!
¡Vengo de jugar sobre las tapas de la alcantarilla!,
¡y vengo con mi poesía a cuestas
persiguiendo el rastro inconfesable de una vida sin respuestas!

Atrincherada

'Atrincherados en un arsenal de emociones, sobreviven los suspiros bajo el abrigo de un tibio nido.'

Nueva York, 13 de noviembre de 2016

viernes, 9 de diciembre de 2016

¡Qué beso!


¡Qué beso!
Eso sí es un beso
Bésame más
Bésame otra vez
Bésame ahora.

Bésame y no preguntes 
Si me enamoré otra vez
Sólo bésame
Como si me besaras
Por primera vez.

Nueva York, 6 de diciembre de 2016.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

¡A patearte voy!







Fíjate en la punta de mis zapatos.
¡A PATEARTE VOY!

¡Patearé como mula tu trompa llena de pedantismo.
Patearé con verborragia tu discurso de despotismo.
Patearé tu decrépito reuma con salvajismo. 
Y como una hembra ultrajada por tu inhumanismo. 
Patearé tu pellejo hediondo de egoísmo!







lunes, 28 de noviembre de 2016

¡Tú a mí, ya no me importas!

Sin sentir ningun reparo.


¡Me devoraste con tu desprecio!
¡Me lastimaste sin compasión!
Yo vivía de rodillas mendigando tu amor.

Realmente importa
A quién le importa
¡A nadie le importa! 
Si ya cambié el agua podrida de los floreros.
Si ya me cambié la piel andrajosa de mendigo.

¿Y a mí, tú me importas? 
¡No, no me importas!  Por ello,
¡te devoraré con desprecio!
¡te lastimaré sin compasión!
y morirás de rodillas mendigando mi amor. 

¡Así! ¡Sin tersuras y con exultación!
¡Tú a mí, ya no me importas!

 

miércoles, 16 de noviembre de 2016

El recado

-Estuve viendo como pasaba la vida, sí porque yo tuve una vida. Mas hoy, tengo tan solo recuerdos arrecostados a un recado que lastima.-


   ¡Avísenle a los recuerdos,
   qué no me toquen,
   qué no me miren,
   qué no me hieran,
   qué tengo llagas en el alma!.

   ¡Díganles, qué no vengan, 
   qué no quiero verlos!
   ¡Llévenle ese recado
   desgarrado entre las llagas!. 

(Pintura de Oswaldo Guayasamin)
12 de noviembre de 2016
Sandra Salgado Mendoza.

*
¡Fusilenlos!
¡Fusilen a los recuerdos!
¡Arrójenlos al destierro del olvido!

*
Los recuerdos son verdades encaramadas en el alma.

*
¡Defunción perpetua para los recuerdos!

*
¡Abran las rendijas, y llévenlos al paredón!






martes, 1 de noviembre de 2016

¡Grítalo, grítalo ya!


¡Gritales mi desvergüenza! 
¡Gritales mi deshonor!
¡Gritales que me he desnudado!
¡Grítalo, grítalo ya!

¡Grita que tengo el pecho enllagado, 
 y que no lo volvere a esconder jamás . 

¡Grita que me dejaràs libre,
qué soltarás mis cadenas,
qué secarás mi sudor,
qué curarás mis llagas, 
qué enterrarás las ortigas, 
qué quemarás los látigos, 
y qué sepultarás mis miedos 
con el grito estridente 
de una pala ancestral! 

¡Grítalo, grítalo ya!
¡Grita que me dejaràs morir!
¡Grítalo verdugo!  
¡Quiero morir, y más nunca volver a vivir! 
¡Mi pecho ya no quiere sufrir! 

¡Grita, grita, grita, 
hasta que se ensordezca mi pecho 
y caiga rendido ante este grito adolorido. 
¡Grítales este estribillo! 
¡Ha muerto, ha muerto, ha muerto ya! 



 

Nueva York, 1 de noviembre de 2016

lunes, 24 de octubre de 2016

El luto de un retrato.



El acecho aletargado de la gargantilla, avizoraba el luto de un retrato seductor, ardiente e insaciable.


¡Superfluos sustos! ¡No vengan a interrumpir la dulzura perfecta del luto imperioso del retrato altivo de la conciencia insensata.!
(Pintura de Pablo Picasso).





¿Qué le repugna a la conciencia? 
- Quizás las trampas de la indecencia, y quizás más veces, ver la lividez de un desprevenido renacuajo, lamiendo el estiércol en su fiesta de indecencia.
(Pintura de Pablo Picasso).



Escribo con absoluta lucidez cuando estoy castrando incongruencias.


En verdad lo que vive en mí es un elevado discurso de cordura y locura, lucidez y desconcierto infinito.


La Mona Lisa del siglo XXI quizás estará discutiendo en algún congreso de Edimburgo o Dublín,  acerca de las persecuciones, legados de subversión, o tal vez  debatiendo el elipsis de un peón de la política, que vive ásperamente confabulado en la corrupción.


Tengo un libre pensamiento sin preocupaciones antropológicas, filosóficas y ortodoxas.
(Pintura de Pablo Picasso).


Poseo un erotismo ermitaño que se arrebata ante el placer, el ardor, y el vicio de escribir sin vestiduras inmaculadas.


Dejo al descubierto, que el gallardo talento de mi dicción está obsesionado con el extasis de las tertulias de trompadas subliminales de la semántica.



Este es un monumento a la soberbia como una protesta ante las vivencias, tragedias, pérdidas, y tantas inconsistencias, patrones de conducta no reconocidos, paradigmas críticos de sexualidad, que habitan en los abismos en miniatura de las mentes perversas, egoístas que expulsan episodios de inhumanidad.


El vértigo de la memoria que camina sigilosamente en puntillas sobre el filo del abismo de la conciencia, no quiere soportar el vacío que deja el luto de un corazón que muere en soledad.


Me he ganado a pulso, a golpe de vida, cada cana, cada arruga y cada flacidez.



Es el retrato de una orfandad de elogios.
(Pintura de Oswaldo Guayasamin)



Es la tibieza de un alma tierna que susurra sollozos tristísimos de imperturbable melancolía.
(Pintura de Oswaldo Guayasamin)


Son párrafos convalecientes colgados en una galería pálida, que se desvanecen en el olvido y la penumbra.


(La fotografía de la portada es el rostro de Sandra Salgado Mendoza,
 tomada en la madrugada 
del 19 de octubre de 2016)