lunes, 28 de noviembre de 2016

¡Tú a mí, ya no me importas!

Sin sentir ningun reparo.


¡Me devoraste con tu desprecio!
¡Me lastimaste sin compasión!
Yo vivía de rodillas mendigando tu amor.

Realmente importa
A quién le importa
¡A nadie le importa! 
Si ya cambié el agua podrida de los floreros.
Si ya me cambié la piel andrajosa de mendigo.

¿Y a mí, tú me importas? 
¡No, no me importas!  Por ello,
¡te devoraré con desprecio!
¡te lastimaré sin compasión!
y morirás de rodillas mendigando mi amor. 

¡Así! ¡Sin tersuras y con exultación!
¡Tú a mí, ya no me importas!