martes, 31 de marzo de 2020

LA MORDAZA ANÓNIMA.-✏️ [Poesía]






LA MORDAZA ANÓNIMA



La está matando
ese suspiro tortuoso
atragantado
entre los puños
que rasguñan
sábanas blanquecinas
que arropan quejidos
biografías inconclusas
collares de estetoscopios
que deambulan
por los pasillos
de un hospital.
  
La está matando
ese estribillo virulento
aliento desahuciado
soplo mortecino
intruso siniestro
que susurra
en camas secuestradas
perfumadas de despojos
asfixiando gargantas
en calvos almohadones
de encajes mutilados
en los cuartos lúgubres
de un hospital. 

¡No quiero morir!
Grita la humanidad
¡Arránquenme
esta mordaza de luto
miedo y soledad!

✏️SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 31 de marzo de 2020

#QuédateEnCasa

 Caricaturista: #Dalcio

https://youtu.be/h6RnbQVgg6A













martes, 24 de marzo de 2020

Represión e ideología en la América colonial española: ✏️ La inquisición





Represión e ideología en la América colonial española: 

La inquisición


La Inquisición y la Población Nativa


La colonización de América del Sur por parte de España a principios del siglo XVI no fue solo una conquista política, sino también religiosa. Los españoles trasladaron la Inquisición española y establecieron el Santo Oficio para llevar a cabo juicios religiosos. Usaron la religión para derrocar el sistema político dentro de las comunidades indígenas. En la América colonial española, las personas se clasificaban principalmente por su raza. Las diversas clasificaciones fueron: indios, mestizos, castizos, españoles, mulatos, moriscos, albinos, salta atrás, zambos, cambujos, albarazados, barcinos, coyotes, chamizos, coyotes mestizo y allí te estás.

Los indios fueron juzgados por el tribunal de los nativos y no por el tribunal del Santo Oficio. Esto se debió a que los españoles reconocieron que castigar a los indios a través del Santo Oficio provocaría el odio de los indios. Los consideraban gentiles que nunca se habían encontrado con el cristianismo y por esta razón, trataron de atraerlos a la fe usando el amor y la suavidad en lugar del rigor y el enjuiciamiento.


 La Inquisición y la Censura


La censura se define como la restricción en la expresión de la ideología y creencia de uno. La Inquisición en América Latina empleó el uso de la censura al suprimir las creencias inherentes de los pueblos indígenas y limitar sus pensamientos e ideas. La cultura y las creencias de los indios fueron vistas como herejía, ya que iban en contra de las enseñanzas y doctrinas de la Iglesia Católica.
La censura era un medio para ejercer control sobre la población indígena. Se logró a través de:

• La cuestión de un índice de libros prohibidos.
• Regulación de la producción de libros mediante la emisión de licencias y normas.
• Restricción de la impresión y distribución adicionales si la impresión hubiera tenido lugar.
• Publicación de edictos privados.
• Introducción de reglas sobre autoinforme si alguien se encuentra con libros que infrinjan la ley.
• Emisión de licencias para leer libros prohibidos.
• Calificación de trabajos publicados. Algunas obras fueron calificadas como heréticas, falsas, contra las buenas costumbres, contra la familia, lascivas, contra la Santa Sede, contra la castidad religiosa, los confesores, la monarquía, la paz y la quietud pública, y en favor de Hobbes y Rousseau.

Además, la táctica de censura aseguró que los indios no tuvieran acceso a la literatura que les haría malinterpretar la Sagrada Escritura y perder el respeto por ella.

La inquisición y los judíos


El decreto de la Alhambra fue promulgado en 1492 por el rey Fernando y la reina Isabel de España. El decreto estipulaba que todos los judíos en España se convertirían al cristianismo dentro de los 90 días, de lo contrario serían expulsados ​​por la fuerza del país. Esta ley condujo a la migración de judíos de España, y algunos huyeron al Nuevo Mundo. La Inquisición española comenzó en 1478 y resultó en el enjuiciamiento de los judíos convertidos (también conocidos como Conversos), que practicaban el judaísmo en secreto.

Tras la conquista del Nuevo Mundo, la Inquisición se estableció en las colonias españolas. En la década de 1580, surgió el enjuiciamiento judío en Nuevo México y duró más de una década. Los objetivos fueron los conversos, sospechosos de practicar el judaísmo en secreto, y con el tiempo, la Inquisición también apuntó a los judíos que no se habían convertido. 

Los inquisidores enfrentaron a los miembros de la familia y ofrecieron recompensas a los informantes. Además, la vigilancia de los conversos y los judíos fue utilizada por los inquisidores para controlar su comportamiento. Estaban atentos a los Conversos, que se negaban a comer carne de cerdo, cambiaban su ropa de cama el viernes, compraban verduras antes de la Pascua, ayunaban el Día de la Expiación, y no podían hacer la señal de la cruz durante las bendiciones y también se negaban a trabajar el Sábado.

El efecto de la Inquisición fue la dilución sistemática del judaísmo en el Nuevo Mundo. Los judaizantes en el Nuevo Mundo ignoraban muchos ritos y costumbres religiosas, ya que habían sido traídos como cristianos, pero secretamente se convirtieron al judaísmo. También fueron separados de su fuente de religión, mientras que muchos de ellos se vieron obligados a ocultar su fe y reconvertir sus prácticas religiosas en costumbres.

SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 20 de marzo de 2020



jueves, 19 de marzo de 2020

"Recortes de Prensa".- ✏️ JULIO CORTÁZAR. [Ensayo]






RECORTES DE PRENSA


Cuento

Julio Cortázar

Análisis

Nueva York, 15 de junio de 2016

Un escritor parte de sus experiencias, sus vivencias, para realizar la creación literaria, para plasmar su reflexión sobre el hombre y lo que lo rodea a través de sus textos. Es gracias al estilo, que el escritor puede percibir y entender la realidad del ser humano. Con la utilización de diferentes técnicas narrativas, es posible presentar al lector una realidad nueva e inolvidable. Encontrar la voz del texto es también haber encontrado el camino desde el cual se construye un cuento. De allí la obsesiva preocupación de Julio Cortázar por el modo de narrar un relato, que puede ser contado en primera persona o en segunda, o usando la tercera del plural.


    En la producción literaria, “Recortes de Prensa”, Julio Cortázar logra combinar lo fantástico para poder reflexionar y denunciar acontecimientos sociales y políticos hispanoamericanos en el siglo XX.   La función de “Recortes de Prensa” es testimonial. Vincula un tipo de denuncia, de advertencia, de alerta y de trabajo con la memoria, y de lucha contra el olvido, pronunciandose Cortázar a través del diálogo donde una escritora y un escultor exiliados replantean su arte en medio de la atrocidad de las dictaduras.


    Al respecto, Cortázar conocía a la perfección la situación de los derechos humanos en América Latina. El formó parte del tribunal Russell cuya función era recibir las denuncias de chilenos perseguidos por el régimen de Pinochet, era recoger y documentar el testimonio de exiliados que narraban las experiencias de torturas que habían sufrido en sus países. El tribunal publicaba las actas de donde figuraban esos relatos, con el propósito de que la opinión pública de todo el mundo estuviera al corriente de la situación.


    Como parte de la construcción del espacio en el cuento, Cortázar irremediablemente utiliza la intertextualidad, con la que nos brinda la ubicación en que se desarrollara la historia, y que hará alusión a la nostalgia al contar dichos acontecimientos en donde el autor toma una parte esencial de la historia, al posicionarse así mismo dentro del cuento. La nostalgia es prácticamente desde donde se cuenta la historia pues evoca la ciudad de Buenos Aires, Argentina, su ciudad de origen, y a la cual recuerda con cierta melancolía a la hora de retratarla.


    ¿Por qué guardamos recortes de prensa? Es una pregunta simple que se dirige al sólo hecho de tener algo tangible que nos recuerde una vivencia ya sea personal o de alguien más. Julio Cortázar nos muestra en “Recortes de Prensa” otro cuento que deliberadamente nos muestra esa intertextualidad que nos va construyendo espacios y temporalidades ligadas a la nostalgia irremediable de un ser que no se desprende nunca de sus experiencias.


    Recortes de Prensa viene a presentarnos una historia vista desde un ángulo de su protagonista la cual posee el rango de periodista y aportará sus conocimientos periodísticos para complementar las esculturas de un creador cuyo enfoque estético radica en la visión de la violencia como algo que carcome a la humanidad. En este caso, Cortázar se identificaría con este personaje como si él fuera la periodista.

   

 Ya antes, por teléfono, él me había comentado sus trabajos, una serie de pequeñas esculturas cuyo tema era la violencia en todas las latitudes políticas y geográficas que abarca el hombre como lobo del hombre. Algo sabíamos de eso, una vez más dos argentinos dejando subir la marea de los recuerdos, la cotidiana acumulación del espanto a través de cables, cartas, repentinos silencios.


    La crítica y la imposición del arte en torno a la violencia toma para la periodista un giro de nostalgia, ante las referencias consultadas para su trabajo, ha descubierto esos afiches diarios que encaran los periódicos. Esta es la misma nostalgia que está sintiendo Cortázar al escribir su relato.


    A quién se lo decís. Mirá este recorte, yo conozco a la mujer que lo firma, y estaba enterada de algunas cosas por informes de amigos. Pasó hace tres años cómo pudo pasar anoche o cómo puede estar pasando en este mismo momento en Buenos Aires o en Montevideo. Justamente antes de salir para tu casa abrí la carta de un amigo y encontré el recorte. Dame otro café mientras lo leés, en realidad no es necesario que lo leas después de lo que me mostraste, pero no sé, me sentiré mejor si también vos lo leés.


    Para complementar el universo literario de “Recortes de Prensa”, Cortázar ha tomado extractos de la vida real rememorando la verdadera existencia de Laura Beatriz Bonaparte Bruschetein, Aída Leonora Bruschtein Bonaparte, Santiago Bruschtein, Adrián Saidón, quienes fueron desaparecidos por causa del denominado batallón 601 el cual dependía de la jefatura II de Ejército argentino y que tenía presencia en toda la república argentina. Su misión tenía como fin recabar información, así como de inteligencia militar. Aparecen en el denominado muro de la memoria.


    Desde el título, este cuento de Cortázar, nos enfrenta a un tipo de discurso informativo, periodístico. El epígrafe del autor entrega a su vez una advertencia con cierta oposición entre lo que el autor hace por el hecho de decir lo que dice y su intención. Este epígrafe nos parece una clave de interpretación del relato:


    “Aunque no creo necesario decirlo, el primer recorte es real y el segundo imaginario”.


    En este enunciado se muestra la tensión que atraviesa el cuento desde el comienzo, lo real y lo imaginario. El acto de hablar que implica el epígrafe nos obliga a interrogar al autor, el por qué dice algo que es innecesario de decir. Nos lo dice, sin embargo, para que nos detengamos un poco e interroguemos, creemos que Cortázar lo hace también para que sigamos con él en su juego magistral.


    El cuento muestra una dimensión de la violencia en diferentes planos, desde las personas que repudian la violencia, como aquellas que lo han vivido y aquellas que cuando menos lo piensan se involucran con esta acción. La memoria y el recuerdo son aquí parte de un testimonio importante que demarca el sometimiento e ideología tomando formas imprevisibles.


    Cortázar explícitamente, en este cuento, asume la función de autor-personaje. Se encuentra comprometido con la contingencia social y política del momento histórico que le ha tocado vivir y experimentar. Esto conlleva para él, interrogarse acerca del rol que el escritor debe adoptar en la lucha por la emancipación de los pueblos latinoamericanos. Sin embargo, una interrogante sobre su escrito, se torna compleja debido a que él no renuncia a la elaboración vinculada con lo lúdico, lo onírico, lo fantástico, que para algunos, resultan modos de creación con la función del escritor como testigo. Esta complejidad, lo resuelve Cortázar a partir de que todo es lo mismo,  literatura y vida,  realidad y ficción. 

 

    “Recortes de Prensa” esta representado con imágenes de tortura que asocian en el texto, con las atrocidades cometidas en los años setenta, durante la “guerra sucia” en Argentina, y en otros paises latinoamericanos. Por lo tanto, Cortázar relaciona de varias maneras estos temas de la vida real con la ficción.  Por primera vez, y única vez, Cortázar cede su voz narrativa a una mujer, quien es, una escritora  confrontada con la dificultad de comunicar el horror de la tortura política mediante la escritura.


    Según el relato, el texto de Noemí iba a aparecer en un catálogo preparado para la exhibición de una colección de esculturas sobre el mismo tema, que había realizado un amigo suyo argentino. Al volver de la casa del escultor, Noemí se encuentra, en la realidad o en la fantasía, frente a un hombre que está torturando a su mujer, quemando con cigarrillos en su cuerpo desnudo maniatado y amordazado.  Noemí ataca al hombre, libera a la víctima y entre ambas, fulminan al torturador con una violencia y una crueldad paralelas a la de éste. Lo nuevo, en este cuento, es la solidaridad de la narradora con la mujer, su intervención inmediata para liberarla y la alianza de  ambas contra el torturador. La política de tortura de la literatura de Cortázar en este cuento, requería una narradora que por ser mujer, se identificara con la vulnerabilidad física de la víctima al poder abusivo del hombre.


    Los lectores que buscan a Cortázar, buscan sus diálogos.  Ellos tal vez se sentarán en una mesa con una taza de café o con una copa, para imaginarse cómo serían los diálogos de Cortázar, o sea los que escribe en sus cuentos. Algunos quizás encontrarán a lectores engrampando sus cuentos como un triunfo imaginario o real, como lo es “Recortes de Prensa”.  Este diálogo entre la escritora y el escultor es  como si creara  voces  monótonas, sin apuros, cadenciosamente. No es intención criticar despiadadamente sus diálogos en el cuento, porque Cortázar es un inventor del diálogo, es algo así como un diálogo entre el autor y la obra, entre el escritor y el texto, y entre el literato y la literatura.


    Cortázar a través de sus diálogos quizás quiera cambiar la mente del lector, sobretodo al lector femenino porque se empeña en alterar la tranquilidad de la lectura cuando en sus diálogos comienza hablar de la violencia contra la mujer, específicamente en “Recortes de Prensa”.      Cuando se empieza a leer el relato, el lector podría ser una criatura pasiva, adorante, pero luego de continuar la lectura, se desencadenará en el texto el tema de violencia contra la mujer, y el lector en el silencio de la lectura estará sin posibilidades de respuesta, de actuar, esto hace que los diálogos de Cortázar inviten a una guerra para destruir el cuento, y crear un mundo mejor, sin violencia para las mujeres.


    En “Recortes de Prensa” no solo hay violencia contra la mujer, sino también contra el hombre. Entonces, a quién hay que darle la razón. Si los dividimos por sexos, nos quedamos con dos lectores, la mujer y el hombre, ambos sufren violencia.  Qué hacemos al leer esos diálogos de violencia, nos callamos porque apenas son fantasías, son ficciones. Qué hacemos, acariciamos la obra, o la abofeteamos.  El hecho de leer a Cortázar, ya estamos creando en nuestras mentes una violencia que podría llegar a fascinar. Esta atracción fascinante que conlleva a leer los diálogos de la obra de Cortázar, hacen quebrantar el sentido común.  Es decir, que lo que se está leyendo es ficción, no realidad, porque lo que sucedió en el cuento fue en el pasado.  Sin embargo, en el momento de leer “Recortes de Prensa” lo asociamos como si estuviera ocurriendo en la casa de al lado, lo cual podría ser una realidad.


    Al leer “Recortes de Prensa” se puede acumular razones para arrojarle a Cortázar a la cabeza, una por una las fotografías de asesinatos, porque sus diálogos provocan un imprescindible pensamiento de violencia. Este trago amargo no se parece solo al sorbo de una taza de café hirviendo, sino  a chuparse un limón agrio, o como en las guerras donde hay fuego, hay matanzas, eso es lo que provoca leer a Cortázar cuando  él se empeña en restregarnos la violencia en nuestras pupilas. Sin embargo, a pesar de que debería haber una ruptura absoluta contra la obra de Cortázar, se sigue leyendo con vehemencia en silencio sus relatos.


    Describir los diálogos de Cortázar en “Recortes de Prensa” es mirar desafiante la carnicería que muestra en la violencia de las fotografías porque nada consigue, nada edifica, sino más bien crea angustia que está disfrazada en la retórica de los diálogos que empujan al lector a despertar un apetito de querer encontrar  más violencia en su obra.


    En conclusión, martillar los diálogos de Cortázar en “Recortes de Prensa”, hizo que en toda la tarde me bebiera tazas de café amargo, copas llenas de hiel, y limones podridos, porque sus diálogos hicieron golpearme el pecho, para poder reaccionar a ese ataque de violencia que no es fingido en sus letras.  Sin embargo, arremetí en lo ilógico al  querer seguir releyendo este relato que atropella la justicia  hacia las víctimas de violencia.  Le quiero echar en cara a Cortázar que su obra debería ser censurada porque tira ácido en los corazones de quienes lo leen.  Quiero denunciar su fuerte contenido de violencia, y que  aunque son bellas sus letras, deja al descubierto en sus diálogos un rostro feroz, poniéndose una máscara como escritor, provocando convertirme en insolente al decirle que ha magullado mi sensibilidad, y que en plena llaga carcomiendo mi fibras de inocencia, tuve que imaginarme el castigo indolente de la mujer amordazada que ahora está engrillado en mi pensamiento, y que no me siento amenazada de callar, al hacer esta crítica muy dura hacia Cortázar.  Ahora me quedo atribulada viendo marcharse los diálogos de Cortázar.




Por: SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 15 de junio de 2016





































✏️ SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 15 de junio de 2016


BIBILIOGRAFIA


Cortázar, Julio. Recortes de Prensa

Diapositivas.- Slides/ Link: Copy & Paste
https://docs.google.com/presentation/d/1iuH66o9lzTNZakfIususrVvaHDHjdtYZoEC7xz8mCSU/edit?usp=sharing







Un judío secreto.- ✏️ The New York Times




Un judío secreto, el nuevo mundo, un libro perdido: misterio resuelto.


THE NEW YORK TIMES
By Joseph Berger
Jan. 1, 2017
         
El artículo citado anteriormente se basa en el manuscrito de Luis de Carvajal. Se cree que el manuscrito fue escrito en el año 1590 cuando Carvajal fue arrestado bajo sospecha de ser un judío proselitista.

En el manuscrito, Luis de Carvajal se refiere a sí mismo como Joseph Lumbroso o Joseph el iluminado, confirmando que abrazó en secreto la fe judía después de descubrir por parte de su padre que era de ascendencia judía. Su convicción parece haber sido fuerte cuando detalló cómo usó un par de tijeras para circuncidarse de acuerdo con las tradiciones judías.

Luis terminó el manuscrito después de que lo liberaron brevemente de la prisión, presumiblemente para que los Inquisidores pudieran espiarlo. Luis fue detenido nuevamente y fue declarado culpable en 1596 por practicar la religión judía y luego quemado vivo.

Es inimaginable que Carvajal tuviera solo 30 años en el momento de su muerte. También es fascinante que su manuscrito desapareció de los Archivos Nacionales de México en 1932, y reapareció en diciembre de 2015 en una subasta. El manuscrito es una ilustración importante del impacto de la Inquisición en el Nuevo Mundo.

SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 19 de marzo de 2020




A Secret Jew, the New World, a Lost Book: Mystery Solved.

https://www.nytimes.com/2017/01/01/arts/a-secret-jew-the-new-world-a-lost-book-mystery-solved.html

Leonard Milberg, who collects Judaica and Irish poetry, viewing a display containing the 16th-century manuscript by Luis de Carvajal the Younger at the New-York Historical Society.


Credit...Sara Krulwich/The New York

martes, 17 de marzo de 2020

ENTREVISTA A UNA MUJER MALTRATADA. - ✏️


ENTREVISTA A UNA MUJER MALTRATADA



    Entrevista realizada a Zaida, una señora de treinta y cuatro años de edad, 
separada y con dos hijas. 

    Hace unos días en un salón de uñas, Zaida cortaba, limaba y pintaba mis uñas, mientras hacía manicura, ella se atrevió a contarme las agresiones que había vivido por parte de su marido. Días después volví para hacerle una entrevista, le solicité permiso para grabar la conversación y accedió. Además, le dije que talvez ciertas preguntas le incomodarían. Ella estuvo de acuerdo con entrevistarla.  Nos sentamos en una mesa esquinera de una cafetería, sin testigos. 

S: ¿La persona que te trataba mal, quién era?
Z:  Mi marido, ahora ya estamos separados.
S: ¿Podrías contarme cómo lo conociste?
Z: ¡Uf!, lo conocí con quince años y me puso la mano encima a los diecisiete, le dije a mi mamá que me había caído y si me creyó.
S: ¿Te abofeteó?
Z: No, me dio un puñete en el ojo. A los diecinueve años salí embarazada y tuve a mi hija a los veinte. Mi madre dijo que tenía que casarme y cuando mi primer hija tuvo tres meses me casé.
S: ¿Además de ese primer puñetazo te volvió agredir?
Z: “Tú no vales para nada”, me decía, y me hacía caer a golpe. 

     Zaida de repente, tapaba la cara con sus manos y sobaba su frente como si fuera sudor.

S: ¿No te sentías valorada?
Z: Para nada.
S: ¿Tú trabajabas?
Z: No, yo cuidaba de mis hijas, y le tenía que ir pidiendo dinero a él. El dinero era de él.
S: ¿Tenías amistades?
Z: ¡Uf! Era celoso, muy celoso, celosísimo. Antes de casarnos le soltaba el hilván a mis faldas, y después de casados no frecuenté ni amigas ni amigos.

    Zaida sopla el café que está caliente y muerde un pedacito del croissant. 

Z: Ahora ya tengo amigas, y en el salón puedo conversar con quien quiera.  Las clientas me cuentan su vida, y yo les cuento la mía, pero nunca me había sentado para dar una entrevista. Es la primera vez, creo que tenía que hacerlo para que a través de usted, otras conozcan el abuso que sufrí.
S: ¿Visitabas a tu familia?
Z: Sí, mientras él estaba trabajando, yo llevaba de un brazo a una de mis hijas, y con el otro halaba el coche con mi niña tiernita. Era difícil subirse al bus, nadie me ayudaba. Cuando volvía a casa, él me preguntaba molesto por qué estaba fuera de casa hasta tan tarde, eran quizás las cinco.
S: ¿Consumía alcohol o drogas?
Z: Bebía con los amigos después de hacer deportes.  Lo primero era su deporte, deporte, deporte. Él pasaba más tiempo con sus amigos que con nosotros, y si hacía falta leche para las niñas, él compraba primero su proteína, o sea el trago; y si sobraba compraba leche o yogurt.
S: ¿Qué desencadenó la ruptura para que presentaras una denuncia?
Z:  Ya no eran solo maltratos psicológicos; estaba sufriendo de ansiedad.  Él me daba paliza tras paliza. Tanto es así, que fueron veinte días seguidos de palizas, y todo esto ocurrió frente a mis dos hijas.

    Zaida empezó a tocarse su cuerpo mostrando donde había recibido los golpes.

Z: Le conté a mi madre y fui con ella a un hospital.  Allí en el área de la mujer, nos dijeron que lo denuncie a la policía, pero yo no lo hice y seguí con él. Un día jueves o miércoles, él llegó a pegarme otra vez, pero esta vez me defendí, él tomó un cuchillo y yo gritaba tanto que vino un vecino a ayudarme, pero alcanzó a hacerme un taso en el cuello y los golpes seguían. 

    Zaida respiró profundo y dijo: “¡Asesino! ¡Es un asesino!”, mientras se tocaba el cuello.  Escuché su confesión contándola de una manera muy fría. 

S: ¿Fuiste al hospital?
Z: Agarré mi cartera, y corrí donde mis hijas. Las tenía la señora Tere, mi vecina. Inmediatamente, alguien me llevó al hospital.  En el área de la mujer, dijeron que lo denunciara, fue un 8 de agosto, si no me equivoco, del 2011. y ellos mismos me llevaron a la policía.
S: ¿Que pasó con tu marido?
Z: Ese día él me gritaba, “tú sin mí no eres nada, no eres nadie, eres un trapo, eres una puta”. Después de que hice la denuncia, un patrullero fue a detener, lo encontraron en la casa.  Esa noche durmió en la cárcel y al otro día salió libre.  Creo que él penso que yo jamás lo denunciaría.  Le dieron una orden de distanciamiento.
S:  ¿Él volvió a buscarte?
Z: Cambié la cerradura y seguí en la misma vivienda. Yo tenía mucho miedo de que volviera.  Un hermano mío vino a vivir conmigo, pero yo no tenía dinero para darle de comer a mis hijas.  Mi padre no me ayudó.  Dijo que buscara trabajo, hasta tanto mi mamá me ayudó a cuidar a mis hijas. Nunca más supe de él, creo que se fue a vivir a otra ciudad.  Él nunca va a cambiar.  La pareja que consiga recibirá el mismo maltrato que yo aguanté.
S: ¿Podrías darle algún consejo a las mujeres maltratadas?
Z: Mi niña, nunca deje que nadie la maltrate. ¡Qué bonita le han quedado sus uñas! ¿Cómo está su mamita? Tráigala la próxima vez para hacerle las uñas.

    Le agradecí a Zaida por la entrevista, y seguimos tomando el café. El diálogo continuó  mostrándome unas fotografías.- ¿Le gustan? Son mis hijas. 

    En mi experiencia durante la entrevista, no vi un exceso de odio, excepto cuando dijo que su marido era un “asesino”.  Ahora, ella tiene una nueva pareja, se dio una segunda oportunidad, aunque no ha tenido hijos con él. Creo que ella se salvó de morir por las manos de un abusador. Denunciar la violencia de un agresor, salva vidas. Esta joven de treinta pocos años había sufrido violencia doméstica. Al final de la entrevista, Zaida suspiró y expresó: “Ahora ya nada me molesta, soy libre”. 


SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 17 de marzo de 2020


viernes, 13 de marzo de 2020

LAS CENIZAS DEL DESEO. - ✏️ Serge Gruzinski. [Análisis]





LAS CENIZAS DEL DESEO


Análisis


    El tema de las relaciones sexuales ha atraído considerable la atención de varios académicos a lo largo de los años. De hecho, este tema es uno de los más controvertidos, especialmente por su naturaleza dinámica. A diferencia de hace un siglo, las tendencias modernas en las relaciones humanas han seguido evolucionando dramáticamente. Hoy en día, las personas del mismo género pueden tener relaciones románticas abiertamente sin temor a la persecución o al rechazo social. Tales desarrollos en las relaciones humanas han llevado a los investigadores a tratar de comprender el concepto de la sexualidad. El artículo titulado "Las cenizas del deseo" de Serge Gruzinski retrata la medida en que los seres humanos han evolucionado en su interpretación y percepción de la sexualidad.

    Desde una perspectiva objetiva, se puede argumentar que la sexualidad es la preferencia de un individuo en lugar de una influencia de normas sociales o culturales.  Desde el punto de vista del artículo de Gruzinski, es evidente que la sociedad despreciaba la homosexualidad, especialmente en la Nueva España a mediados del siglo XVII. La práctica se consideraba poco convencional y contraria a las normas culturales. Por lo tanto, las personas que practicaban la homosexualidad fueron rechazadas de la sociedad. Parte de la razón de esta hostilidad hacia los grupos minoritarios, como los homosexuales, era que se los consideraba antirreligiosos. Además, esta hostilidad posiblemente se basó en una perspectiva bíblica en la que la homosexualidad no se consideraba consistente con el papel que Dios asignó a los humanos: la reproducción. Por lo tanto, la sociedad conservadora de la Nueva España de mediados del siglo XVII consideraba a los homosexuales como la promoción de ideales cristianos equivocados.

    Según el artículo, la persecución de los homosexuales contradecía los importantes ideales cristianos de equidad. Es importante tener en cuenta que las personas que manifiestan una orientación sexual no convencional simplemente se expresan. Como señala Gruzinski en su artículo, la sociedad rechazó a los homosexuales por "pervertir el orden de las cosas" (195). Sin embargo, las personas que rechazaban a los homosexuales eran de moral cuestionable. Por lo tanto, es plausible argumentar que las personas históricamente no han entendido el tema de la homosexualidad. Como cualquier otra elección humana, la homosexualidad es una forma de autoexpresión.

    La crítica a los homosexuales se basa puramente en la interpretación estrecha y algo egoísta de la relación entre el sexo y el orden social. Los cristianos creen que solo las personas de géneros opuestos deben participar en actividades sexuales. En consecuencia, cualquier práctica que contradiga este orden social es rechazada por completo. A mediados del siglo XVII en la Nueva España, la persecución de los negros acusados de practicar la homosexualidad fue un indicativo del hecho de que muchas personas todavía veían los ideales cristianos como una medida para determinar las relaciones sexuales "piadosas". Como era de esperar, la homosexualidad se ha calificado como un "problema" en la mayoría de los países de hoy. En vista del artículo de Gruzinski, la visión predominante sobre la sexualidad se extiende más allá de mediados del siglo XVII, y sus efectos continúan sintiéndose profundamente en el mundo contemporáneo.

    Otro punto importante planteado en el artículo es el concepto de pecado, a menudo mal entendido, en relación con la sexualidad.  En base a la, lectura, la sexualidad ha impregnado la mayoría de los aspectos de la sociedad, incluida la política y la religión. Por ejemplo, uno puede vislumbrar una nación desde la política del sexo. Esto es cierto en los EE. UU. Y otras sociedades occidentales en las que el tema de los matrimonios entre personas del mismo sexo ha provocado debates considerables sobre su legalidad. Los países como los Estados Unidos que han legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo a menudo son acusados de promover la inmoralidad, al tiempo que contradicen los ideales cristianos. Al mismo tiempo, las sociedades que han prohibido tales prácticas son acusadas de disminuir la libertad humana de autoexpresión. Basado en el artículo "Las cenizas del deseo", la homosexualidad a mediados del siglo XVII, España era considerada como una de las caras de los pecados.

    Sin embargo, los factores culturales influyeron en la percepción de la sociedad sobre la sexualidad. En la Nueva España, la raza fue un factor importante para determinar la "rectitud" o la "incorrección" de la homosexualidad. Por ejemplo, los individuos de grupos minoritarios a menudo fueron sometidos a represión (Gruzinski 196). Por lo tanto, cualquier práctica que aparentemente contradijera las normas culturales se consideraba abominable. Por lo tanto, no es sorprendente que algunos países occidentales, incluido Estados Unidos, hayan reconocido a los homosexuales, ya que muchos de ellos son estadounidenses blancos. Por el contrario, muchas sociedades, especialmente las de Oriente, continúan viendo la homosexualidad como un reflejo de los cambios en las normas de comportamiento.

    El artículo destaca aún más cómo el estilo de vida afecta la interpretación de la sexualidad. Las personas que no vivían en temor perpetuo, a pesar del espectro de opresión y rechazo, no fueron sometidas a un mayor escrutinio. En la mayoría de los casos, estas personas son ricas y tienen importantes posiciones sociales. En contraste, los individuos de estratos sociales más bajos tienen más probabilidades de experimentar rechazo debido a su sexualidad no convencional. Esto explica el hecho de que las sociedades que rechazan a los homosexuales y las prácticas como el matrimonio entre personas del mismo sexo a menudo son pobres. Se puede argumentar que el empoderamiento económico es un factor importante en la percepción de la sexualidad. Por lo tanto, no es una coincidencia que las sociedades progresistas reconozcan cada vez más la importancia de la libertad sexual.

    En conclusión, el artículo de Gruzinski proporciona una idea de cómo se ha desarrollado el concepto de sexualidad a lo largo de los años. Si bien las actitudes hacia los homosexuales a mediados del siglo XVII en la Nueva España eran hostiles, las sociedades modernas son mucho más complacientes. De hecho, algunos países occidentales como los Estados Unidos han reconocido la importancia de la libertad sexual. En consecuencia, los matrimonios entre personas del mismo sexo se han vuelto comunes en el país, una práctica que todavía está prohibida en muchos países del mundo. Sin embargo, un elemento dominante en la interpretación de la homosexualidad es el empoderamiento económico. Muchas sociedades se han dado cuenta de que la libertad de autoexpresión es un indicador importante de progreso.


SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 6 de diciembre de 2019


Bibliografía

Gruzinski, Serge. "The Ashes of Desire: Homosexuality in Mid-Seventeenth-Century New Spain."      Infamous Desire: Male Homosexuality in Colonial Latin America (Chicago: University of Chicago Press, 2003) (2003): 197-214.





Ashes of Desire

 

         The subject of sexual relationship has attracted considerable attention from various scholars over the years. In fact, this subject is one of the most controversial, especially because of its dynamic nature. Unlike a century ago, modern trends in human relationships have continued to evolve dramatically. Nowadays, people of the same gender can have romantic relationships openly without the fear of persecution or social rejection. Such developments in human relationships have prompted researchers to try and understand the concept of sexuality. The article titled “The Ashes of Desire” by Serge Gruzinski portrays the extent to which human beings have evolved in their interpretation and perception of sexuality.

         From an objective perspective, one can argue that sexuality is an individual’s preference rather than one influenced by societal or cultural norms. In view of Gruzinski’s article, it is evident that homosexuality was despised upon by society, especially in the mid-seventeenth century New Spain; the practice was considered unconventional and contrary to cultural norms. Therefore, people who practiced homosexuality were shunned from society. Part of the reason for this hostility towards minority groups such as homosexuals was that they were regarded as anti-religious. Moreover, this hostility was possibly grounded on biblical perspective in which homosexuality was not viewed as consistent with the role that God assigned humans: reproduction. Therefore, the conservative mid-seventeenth century New Spain society viewed homosexuals as promoting wrong Christian ideals.
  
          Based on the article, the persecution of homosexuals contradicted the important Christian ideals of fairness. It is important to note that people who manifest unconventional sexual orientation are simply expressing themselves. As Gruzinski notes in his article, society shunned homosexuals for “perverting the order of things” (195). Yet, people who rejected homosexuals were themselves of questionable morals. Therefore, it is plausible to argue that people have historically failed to understand the subject homosexuality. Like any other human choices, homosexuality is one way of self-expression. 

        Criticism of homosexuals is purely based on the narrow and somewhat self-seeking interpretation of the relationship between sex and social order. Christians believe that only individuals of opposite genders should engage in sexual activities. Consequently, any practice that contradicts this social order is rejected outright. In the mid-seventeenth century New Spain, the persecution of blacks who were accused of practicing homosexuality is indicative of the fact that many people still viewed Christian ideals as a measure for determining ‘Godly’ sexual relationships. Rather unsurprisingly, homosexuality has been branded as a ‘problem’ in most countries today. In view of Gruzinski’s article, the prevailing view about sexuality extends beyond the mid-seventeenth century, and its effects continue to be keenly felt in the contemporary world.

         Another important point raised in the article is the oft-misunderstood concept of sin in relation to sexuality. In view of the lecture, sexuality has pervaded most aspects of society, including politics and religion. For example, one can gain a glimpse of a nation from the politics of sex. This is true in the U.S. and other Western societies in which the subject of same-sex marriages has sparked considerable debates about its legality. Countries such as the U.S. that have legalized same-sex marriage are often accused as promoting immorality, while contradicting Christian ideals. At the same time, societies that have prohibited such practices are accused of diminishing human freedom of self-expression. Based on the article “The Ashes of Desire”, homosexuality in the mid-seventeenth century Spain was regarded as one of the faces of sins. 

         However, cultural factors influenced the society’s perception of sexuality. In the New Spain, race was an important factor in determining the ‘rightness’ or ‘wrongness’ of homosexuality. For example, individuals from minority groups were often subjected to repression (Gruzinski 196). Thus, any practice that seemingly contradicted with cultural norms was viewed as abominable. Therefore, it is not surprising that some Western countries, including the U.S. have recognized homosexuals, as many of them are white Americans. In contrast, many societies, especially those in East, continue to view homosexuality as a reflection of changes in behavioral regulations. 

         The article further highlights how lifestyle affects the interpretation of sexuality. Individuals who did not live in perpetual fear, despite the spectrum of oppression and rejection, were not subjected to greater scrutiny. In most cases, such individuals are wealthy and hold important social positions. In contrast, individuals from lower social strata are more likely to experience rejection because of their unconventional sexuality. This explains the fact that societies that reject homosexuals and practices such as same-sex marriage are often poor. One can argue that economic empowerment is an important factor in perception of sexuality. Thus, it is not a coincidence that progressive societies are increasingly recognizing the importance of sexual freedom.

          In conclusion, the article by Gruzinski provides insight into how the concept of sexuality has developed down the years. While the attitudes towards homosexuals in the mid-seventeenth century New Spain was hostile, modern societies are much more accommodating. In fact, some Western countries such as the U.S. has recognized the importance of sexual freedom. Consequently, same-sex marriages have become common in the country, a practice that is still prohibited in many countries around the world. However, one pervasive element in the interpretation of homosexuality is economic empowerment. Many societies have realized that freedom of self-expression is an important indicator of progress.

SANDRA SALGADO MENDOZA
New York, December 6, 2019

Works Cited

Gruzinski, Serge. "The Ashes of Desire: Homosexuality in Mid-Seventeenth-Century New Spain."      Infamous Desire: Male Homosexuality in Colonial Latin America (Chicago: University of Chicago Press, 2003) (2003): 197-214.   




CONFESIONES DE UNA BEATA: ✏️ Marina de San Miguel





Beata: Marina de San Miguel


Nueve confesiones

           Marina buscó hacer sus confesiones frente al inquisidor Peralta. Sin embargo, antes de que ella comenzara a hablar, el inquisidor ya había hecho una investigación de antecedentes sobre ella basada en la información proporcionada por sus vecinos dentro del estado de Pueblo. Fue lo suficientemente cautelosa como para negar la mayoría de las acusaciones. A pesar de su fingida ignorancia, finalmente comenzó a confesar después de cinco entrevistas, lo que dejó a Peralta impaciente. Ella trató de falsificar historias y visiones que no la ayudaron a ganarse la confianza de Peralta. Finalmente, ella exclamó que estaba tentada a masturbarse. Junto a esto, ella confesó tener relaciones sexuales con el diablo, quien le quitó su virginidad "santa" según las doctrinas religiosas.

           Marina estuvo involucrada en un grupo que iba en contra de las creencias y los sacramentos de las monjas, y finalmente le valió el deshonroso título de "alumbrada"; un crimen que la llevaría a su persecución. Como Plata, confesó su compañero acusado alumbrado, Marina se encontraba entre los miembros del grupo Pueblo que contribuyeron al crimen herético de tocar indecentemente. Además de presionar a Plata, también se entregó a la masturbación, siendo víctima de una seducción demoníaca. Como monja, se suponía que no debía caer en tentaciones sexuales. Ella exacerbó su posición con la iglesia al afirmar, según los informes, en público que había nacido el Anticristo, una declaración que, por supuesto, se consideró herética.

           Además, Marina tuvo la tentación de usar sus manos para actividades sexuales. Besó y tocó a Alonso, un hombre que vivía con ella, un acto que, según ella, era de naturaleza pura, similar al de los niños pequeños. Además, tuvo una larga relación sexual con Juan Núñez, conocido como su "hermano espiritual". Después de sus encuentros sexuales, discutían asuntos de Dios. Para los inquisidores, sus pecados eran realmente imperdonables.

           La Inquisición fue un período infame en algunas regiones de Europa y América que implicó el establecimiento de un tribunal católico para castigar y reprimir la herejía. La práctica ya había sido completamente asimilada en España en 1521 y fue transferida sucesivamente a otras tierras que fueron colonizadas por el país a través de los instintos misioneros y los arzobispos mexicanos. Sin embargo, este acuerdo informal fue reemplazado por el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. Las personas que fueron arrestadas por esta institución fueron expuestas a torturas. Específicamente, los sospechosos fueron obligados a confesar todas las acusaciones, a pesar de su autenticidad, y luego fueron condenados por el Santo Oficio. Este sesgo desenfrenado y el trato perjudicial crearon facciones opuestas que buscaban aniquilar la Inquisición y restablecer la libertad de culto. El más notable de estos grupos que estaba firmemente en contra de este acto se basó en México bajo el liderazgo de Marina de San Miguel, una mujer religiosa que fue acreditada popularmente por poseer visiones míticas que le permitieron recibir revelaciones de Dios. Por lo tanto, las nueve confesiones ampliamente conocidas emitidas por Marina durante su juicio son un tema de interés para académicos históricos y grupos religiosos, ya que estos testimonios finalmente llevaron a su azote público y encarcelamiento en un hospital de peste que posteriormente la enfermó gravemente.

          La primera confesión ocurrió en 1598 presidida por el Lord Inquisidor, Licenciado, en presencia de una audiencia. Fue interrogada sobre el linaje de su familia y sus respectivas ocupaciones, así como sobre otra información personal como su esposo y sus hermanos, a lo que dio suficientes respuestas (Holler 79). La investigación principal, sin embargo, giraba en torno a su trasfondo religioso y su participación activa en prácticas que la iglesia consideraba inapropiadas. Se determinó a partir de sus confesiones que podía leer y escribir y que sus creencias se alineaban con el cristianismo, ya que fue bautizada y confirmada por la gracia de Dios (Holler 81). En su defensa, declaró que sus asociaciones pasadas solo involucraban a personas con honor, tanto seculares como religiosos. Finalmente, informó a la audiencia que sospechaba que su encarcelamiento en las cárceles del Santo Oficio estaba relacionado con una interacción con un joven secular hace unos cuatro años (Holler 82). En sus confesiones, ella afirma que la joven había tratado de convencerla de que tanto el diablo como el infierno no existían.

           La segunda confesión se llevó a cabo en México en 1598 bajo el mismo Inquisidor, y se le informó que el Santo Oficio operaba con reglas que prohibían cualquier sentencia sin evidencia suficiente. El juicio enfatizó que su encarcelamiento en la instalación implicaba que, por lo tanto, había cometido un delito contra la Santa Fe Católica en términos de predicación ilegal (Holler 83). A pesar de su argumento de que no había realizado ningún acto que socavara la iglesia, el tribunal sostuvo que necesitaba una investigación para determinar si sus declaraciones eran verdaderas y si era responsable.

           La tercera confesión siguió a su examen anterior, en el que se le preguntó si había recordado alguna información nueva para justificarse bajo juramento de decir la verdad. Observó que en el curso de su vida, habían ocurrido algunas cosas espirituales que solo había compartido con personas cercanas. En sus presunciones, la información que había revelado a estas personas era la causa clave del encarcelamiento, ya que sentía que la información había sido alterada o escandalizada para retratarla de manera negativa (Holler 83). Continuó señalando que desde la infancia, había tenido una profunda tendencia a realizar la oración mental, ya que la acercaba a Dios, como lo demuestra una imagen interior de la crucifixión que vio en un sueño unos años antes (Holler 84). La visión fue acompañada por un intenso dolor que comenzó a la medianoche, aunque siguió apareciendo ocasionalmente durante dos años.

           La cuarta confesión giraba en torno a una mayor recolección de información de encuentros pasados ​​con entidades espirituales. Informó a la audiencia que experimentó una forma de teletransportación a una región extraña con muchos cuerpos humanos caminando en obediencia a su guía de Dios (Holler 85). Las figuras estaban envueltas en una profunda agonía al quedar atrapadas en pozos, alquitrán caliente, lagos hirviendo e incendios. Los cuerpos, según su interpretación, eran almas humanas y Dios le había dado el mandato de rescatarlos de su angustia (Holler 86). También notó que su encarcelamiento había revelado la misericordia de Dios ya que ella siempre estaba en compañía de ángeles y santos.

           En la quinta confesión, se involucró directamente con la audiencia al decir que tenía un recordatorio de la Madre de Dios para informarles sobre un evento que ocurrió en el pasado. Ella les dijo que había consumido carne en todos los días prohibidos durante los últimos nueve años con la aprobación de un médico (Holler 86). Sin embargo, al reexaminar su memoria, Dios no le había revelado las ilegalidades del acto.

         
La sexta confesión se centró en sus fechorías que ella asoció con la condena al infierno por parte del Señor. Según sus declaraciones, ella siempre había participado en acciones sensuales como la masturbación durante los últimos 15 años, lo que había corrompido su mente con malas intenciones. Ella notó además que el diablo se disfrazaría como Cristo para emprender una unión carnal con ella. La hacía querer recibir la comunión más, ya que un acto engañoso del diablo le impedía compartir cualquier información con su confesor. Por lo tanto, el diablo la había engañado para que entablara una relación deshonesta manipulando sus rasgos débiles.

          
La séptima confesión se basa en su interacción frecuente con el diablo, quien ella creía que era Cristo debido a su forma física. Los espíritus malignos, después de revelar su verdadera naturaleza, comenzaron a causarle vergüenza y dolor al informarle que estaba condenada al infierno por tomar el sacramento a pesar de sus pecados sexuales (Holler 89). Ella declaró que el demonio con el que había realizado los actos era Satanás, y él una vez fue de la legión de Serafines. El instigador comentó que las confesiones presentaban contradicciones en relación con el hecho de que el público quisiera ser visto como una persona santa al comulgar mientras realiza actos pecaminosos con el diablo. En defensa, dijo que su conciencia había ocultado la verdad durante ese período para evitar decepcionar a la iglesia.

          
En la octava confesión, ella admite haber estado en una relación con uno de los frailes dignos de la Iglesia Católica, Juan Baptista Gazete. Se abrazaron y besaron en secreto cada vez que la visitaba. Sin embargo, ella insistía continuamente en que los deseos de participar en todos estos actos se debían a las tentaciones del demonio que se había acercado a ella oculto como el Cristo (Holler 95). Estos actos la condenaron aún más.

         
La novena confesión se centró en otra amistad sensual con una beata, aunque ella había muerto dos años antes, a pesar de que también hizo votos de castidad. Ella comentó que había pecado ya que ninguno había revelado la información a su confesor, a pesar de tomar sacramento sagrado regularmente. Agregó que también había pronunciado palabras amorosas y deshonestas a la beata.

          Después de las nueve confesiones, se decidió que el Tribunal del Santo Oficio llegaría a un consenso sobre su castigo según la evidencia derivada de sus declaraciones. Fue juzgada por el tribunal por delitos de desviarse de las enseñanzas aceptables de la iglesia. Su historia sirve un ejemplo del caos en el que incurrió este período histórico.



Bibliografía

Holler, Jacqueline. The Spiritual and Physical Ecstasies of a Sixteenth-Century Beata: Marina de San Miguel Confesses Before the Mexican Inquisition (Chapter 7). Colonial Lives: Document on Latin-American History, 1550-1850. Oxford University Press.

SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 5 de febrero de 2020







Blessed: Marina de San Miguel

 

          Marina sought to make her confessions in front of Inquisitor Peralta. However, before she began speaking, the inquisitor had already done a background investigation on her based on information provided from her neighbors within the Pueblo state. She was cautious enough to deny most of the allegations. Despite her feigned ignorance, she eventually started confessing after five interviews, which left Peralta impatient. She tried to falsify stories and visions which did not help her to earn Peralta’s trust. Finally, she exclaimed that she was tempted to masturbate. Alongside this, she confessed to having sexual affairs with the devil, who took away her “holy” virginity as per the religious doctrines.

          Marina was involved in a group that went against the nuns' beliefs and sacraments, ultimately earning her the dishonorable title of “alumbrada”; a crime that would lead to her persecution. As Plata, fellow accused alumbrado confessed, Marina was among the Pueblo group members who contributed to the heretical crime of indecent touching. Apart from pushing Plata, she also indulged in masturbation, falling victim to demonic seduction. As a nun, she was not supposed to fall for any sexual temptations. She exacerbated her standing with the church by reportedly claiming in public that the Antichrist was born, a statement that was of course deemed heretical.

           Additionally, Marina was tempted to use her hands for sexual activities. She kissed and touched Alonso, a man who lived with her, an act which she claimed to be of a pure nature resembling that of small children. Furthermore, she had a lengthy sexual relationship with Juan Nunez, referred to as her “spiritual brother”. After their sexual encounters, they would discuss matters of God. To the Inquisitors, her sins were indeed unforgivable.
            The Inquisition was an infamous period in some regions of Europe and the Americas that entailed the establishment of a Roman Catholic tribunal to punish and suppress heresy. The practice had already been fully assimilated in Spain by 1521 and was successively transferred to other lands that were colonized by the country through missionary flairs and Mexican Archbishops. However, this informal agreement was replaced with the Tribunal of the Holy Office of the Inquisition.  Individuals who were arrested by this institution were exposed to torture Specifically, suspects were forced to confess to all the accusations, notwithstanding their authenticity, and then sentenced by the Holy Office. This rampant bias and prejudicial treatment created opposing factions that sought to annihilate the Inquisition and reinstate freedom of worship. The most notable of these groups that was firmly against this act was based in Mexico under the leadership of Marina de San Miguel, a religious woman who was popularly accredited with possessing mythical visions that enabled her to receive revelations from God. Thus, the widely known nine confessions issued by Marina during her trial are a subject of interest to historical scholars and religious groups since these testimonies ultimately led to her public lashing and incarceration in a plague hospital that subsequently rendered her very ill.

            The first confession occurred in 1598 presided by the Lord Inquisitor  in the presence of an audience. She was questioned about her family lineage and its respective occupations as well as other personal information like her husband and siblings, to which she delivered sufficient replies (Holler 79). The primary inquiry, however, revolved around her religious background and active involvement in practices that were considered inappropriate by the church. It was determined from her confessions that she was able to read and write and that her beliefs aligned with Christianity, as she was baptized and confirmed by the grace of God (Holler 81). In her defense, she stated that her past associations only involved people with honor, both secular and religious. Lastly, she informed the audience that she suspected her imprisonment in the Holy Office prisons was linked to an interaction with a secular youth about four years ago (Holler 82). In her confessions, she claims the youth had tried to convince her that both the devil and hell did not exist.

The second confession was held in Mexico in 1598 under the same Inquisitor, and she was informed that the Holy Office operated on rules that forbid any sentencing without sufficient evidence. The trial emphasized that her imprisonment in the facility implied that she had, therefore, committed an offense against the Holy Catholic Faith in terms of unlawful preaching (Holler 83). Despite her argument that she had not performed any act that undermined the church, the court held that she required investigation to determine whether her statements were truthful and if she was liable.

The third confession followed her previous examination, in which she was asked if she had recalled any new information to justify herself under an oath of speaking the truth. She observed that in the course of her life, some spiritual things had occurred which she had only shared with close people. In her presumptions, the information she had disclosed to these people was the key cause of the imprisonment as she felt that the information had been altered or scandalized to portray her in a negative light (Holler 83). She continued by noting that since childhood, she had had a deep tendency to perform mental prayer as it brought her closer to God, as evidenced by an interior image of the crucifixion she saw in a dream a few years prior (Holler 84). The vision was accompanied by intense pain that started at midnight, although it kept reoccurring occasionally for two years.

The fourth confession revolved around further recollection of information from past encounters with spiritual entities. She informed the audience that she experienced a form of teleportation to a strange region with many human-like bodies were walking in obedience to their guidance from God (Holler 85). The figures were engulfed in deep agony as they were trapped in wells, hot tar, boiling lakes, and fires. The bodies, from her interpretation, were human souls and God had provided her with the mandate of rescuing them from their distress (Holler 86). She also noted that her imprisonment had revealed God’s mercy since she was always in the company of angels and saints.

In the fifth confession, she engaged the audience directly by saying that she had a reminder from Mother of God to inform them of an event that occurred in the past. She told them that she had consumed meat on all the prohibited days for the last nine years with the approval of a physician (Holler 86). However, upon reexamination of her memory, God had not revealed to her the illegalities of the act.

The sixth confession centered on her wrongdoings that she associated with the condemnation to hell by the Lord. According to her statements, she had always participated in sensual actions like masturbation for the last 15 years, which had corrupted her mind with evil intents. She further noted that the devil would disguise himself as Christ to undertake carnal union with her. It made her want to receive the communion more as a deceptive act by the devil prevented her from sharing any information with her confessor. The devil had, therefore, tricked her into a dishonest relationship by manipulating her weak traits.

The seventh confession is based on her frequent interaction with the devil, who she believed to be Christ owing to his physical form. The evil spirits, after revealing their real nature, started causing her shame and grief by informing her that she was doomed in hell for taking sacrament despite her sexual sins (Holler 89). She stated that the demon with whom she had performed the acts was Satan, and he was once of the legion of Seraphim. The instigator remarked that the confessions presented contradictions in relation to being wanted to be viewed by the public as a holy person by taking communion while performing sinful acts with the devil. In defense, she said that her conscience had made conceal the truth for that period to avoid disappointing the church.

In the eighth confession, she admits to having been in a relationship with one of the dignified friars of the Catholic Church, Juan Baptista Gazete.  They secretly hugged and kissed whenever he would visit her. She, however, continually insisted that the desires to be involved in all these acts were due to temptations from the devil who had approached her concealed as the Christ (Holler 95). These acts further condemned her.

The ninth confession focused on another sensual friendship with a beata, although she had died two years earlier, despite her also making vows of chastity. She remarked that she had sinned since neither had disclosed the information to their confessor, despite taking holy sacrament regularly. She added that she had also uttered amorous and dishonest words to the beata.

After the nine confessions, it was decided that the Tribunal of the Holy Office would reach a consensus on her punishment per the evidence derived from her statements.  She was tried by the tribunal on crimes of deviating from the acceptable teachings of the church. Her story serves an example of the chaos incurred by this historical period.



Work Cited

Holler, Jacqueline. The Spiritual and Physical Ecstasies of a Sixteenth-Century Beata: Marina de San Miguel Confesses Before the Mexican Inquisition (Chapter 7). Colonial Lives: Document on Latin-American History, 1550-1850. Oxford University Press.

SANDRA SALGADO MENDOZA
New York, February 5, 2020