Perdone usted si lo contemplo cerca, muy cerca, y perdone usted, si lo contemplo lejos, allá muy lejos.
Yo contemplo desde cerca, muy cerca mi poesía escrita. La escucho como grita y llora en una esquinita. De cerquita, muy cerquita, yo contemplo su soledad infinita.
Yo contemplo desde cerca, muy cerca mi poesía escrita. La escucho como grita y llora en una esquinita. De cerquita, muy cerquita, yo contemplo su soledad infinita.
Yo contemplo aquí sentada, como allá lejos, muy lejos lloran y gritan en alguna esquinita. Yo contemplo desde lejos que la soledad de allá no es poesía escrita.
Perdone usted, perdóneme, pero a quien yo contemplo desde acá lejos, muy lejos no es a usted, a quien yo contemplo es a su sillón, quien cerca muy cerquita contempla como es su soledad infinita.
SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 23 de noviembre de 2017