viernes, 15 de diciembre de 2017

¿A QUÉ HE VENIDO?



¿A QUÉ HE VENIDO?






Mírame como camino, y nunca más interrumpas mi destino.-


¿A QUÉ HE VENIDO?
¿A qué he venido?
¡A destronar he venido! 
A destronar a los toros arrescostaditos en las alcobas con botitas de cuero sobre almohaditas de seda.

¿A qué he venido?
¡A destronar he venido!  
A destronar a los buitres que remojan su guargüero con los vinos dulces y amargos de mi palacio en celo. 

¿A qué he venido?
¡A destronar he venido! 
A destronar a los dizque dioses que se deleitan en los espejos mirándose sus coronitas doradas, bolitas decaídas, y cetro de ramita de alelí. 

¿A qué he venido?
¡A destronarte he venido!
 ¿A qué he venido?
¡A coronarme he venido!


SANDRA SALGADO MENDOZA.
Nueva York, 11 de noviembre de 2017.





¡Ve Espartano!  ¡Ve mercenario! Ve detrás de esa tembleque puerta de chiquero, y encuentra al arrastrado, a ese sumiso que siempre me espera.  ¡Castígalo! ¡Hazlo sin contemplaciones! Escúpele rendido sobre su inmunda almohada de ridículos sueños, mi ostentosa fatuidad.



¿A qué he venido?
¡A destronar he venido! 
A destronar a los dizque dioses que se deleitan con sus espejitos mirándose sus coronitas doradas, bolitas decaídas, y cetro de ramita de alelí.









¡ASÍ, ASÍ, ASÍ!






¡ASÍ, ASÍ, ASÍ! 

¡Así, así, así! ¡Sigue así!
Alzadito de hombros
pechos descubiertos
y esa tragada de aliento 
de macho imperial. 
¡Así, así, así!  ¡Sigue así!.

SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 9 de noviembre de 2017.

viernes, 10 de noviembre de 2017

¡ESTOY HARTA!.



¡ESTOY HARTA! 

¡Estoy harta!
de su enorme silencio
¡Estoy harta! 
del silencio, del silencio. 

¡Estoy harta, muy harta! 
¡Me asfixio, se asfixia! 
¡Destapemos su mordaza!
¡Y arranquemos la mía!

Y ahora sin mordazas 
el silencio vive todavía
¡Y sigo harta! ¡Y usted está harto! 
de lo que callamos en la vida. 

¡Hartos del  silencio! 
¡Hartos de esta vida! 
¡Hartos, muy hartos! 
¡Hartos todavía! 

SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 8 de noviembre de 2017.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

EL FINAL





EL FINAL

Y al final del poema me dejaste un mensaje.
Y en el ultimo verso, ya no te encontré. 

SANDRA SALGADO MENDOZA.
Nueva York, 7 de noviembre de 2017.

domingo, 5 de noviembre de 2017

¡BASTA DE VINCHAS EN EL CRÁNEO!





¡BASTA DE VINCHAS EN EL CRÁNEO!

¡Basta de vinchas en el cráneo!
¡Basta de quedarme estupefacta con los pies clavados en los bríos de un tablado!
¡Basta de devorar la quietud clandestina de las sillas manclencas de al lado!
¡Basta de asfixiarme con la decencia de esa soga de mentiras colgadas sobre los tablones mal hechos de mi falda!.

¡Basta de vinchas en el cráneo!
¡Basta de músculos rubios en mi espalda!
¡Basta de mirar este espectáculo!
¡Basta de morbosear como arremango mi curtida enagua, y como amenazo la tinta roja del parlante de mis labios que supura el alma!.

¡Basta de vinchas en el cráneo!
¡Basta de mirar como reviento mi abrupta poesía sobre la soledad que vive escondida en ese viejo cortinaje drapeado, que arropa las heridas de un pecho momificado.

¡Basta! ¡Basta de vinchas en el cráneo!
¡Basta, basta, basta!
¡A mí me basta, solo el cráneo!.

SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 6 de noviembre de 2017.


sábado, 4 de noviembre de 2017

ASÍ NACÍ, ASÍ MORÍ.






Disculpe usted, me podría decir:
- ¿Qué día es hoy?
- ¿Es lunes quizás?

ASÍ NACÍ, ASÍ MORÍ


Yo nací sin poncho, yo nací sin frío, yo nací mirando hacia el río. Yo nací y morí el día que nadie compra flores, que nadie va a misa, que la billetera y la cajetilla de cigarrillos están vacías. Yo nací y morí un LUNES, el día que cierran los bares, y la algarabía está dormida. Yo morí, el día de la melancolía frente a un cuaderno sin poesía, enterrada sin florecitas en la soledad de un parque huraño a la hipocresía. 

Disculpe usted, me podría decir:
- ¿Qué día es hoy?
- ¿Es lunes quizás?



SANDRA SALGADO MENDOZA 
Nueva York, 2 de noviembre de 2017

jueves, 2 de noviembre de 2017

AÚN VIVEN AQUÍ.





AÚN VIVEN AQUÍ


Y mientras escribo, estoy revolviendo la nostalgia, revolviendo las penas, y revolviendo los recuerdos con la misma cucharilla recargada de toneladas de azúcar que le echabas a tu tacita de café.

Tenías varios lápices amarillos, unos eran altos y otros tan chiquitos que parecía que escribías con los dedos. Y junto a ellos, el sacapuntas plateado, el borrador blanco, el de las puntas redondas gastado de buscar la perfección inclinada de las letras sobre los atenuados renglones azulados.

Y cuando provocabas una tos como si fuera un galillazo para que no pareciera un sollozo declamabas ese poema, aquel en que un hijo después de haberle arrancado el corazón a su madre como una prueba de amor hacia su amada, el hijo tropieza, el corazón cae sobre las rocas, y éste le pregunta: "¿Te has lastimado hijo mío?".

Y cuando en nuestra casa despedías a los amigos en la puerta, sin abandonarlos de vista hasta que allá lejos, ya no pudieras divisarlos.

Y cuando con tu prosa al caminar, pisando con el movimiento salvaje de tu cabello grisáceo,  agredías el perfume de los jardines con tu cigarrillo Chesterfield, y qué decir de tu camisa con un bolsillo sobre el corazón lleno de un armamento de lápices amarillos ibas fumando, leyendo, haciendo amigos, y contando historias.

Y cuando caminabas como forastero por las calles donde yo nací llevando un libro en tu mano, de repente te detenías en media acera a subrayar con tu lápiz amarillo una línea carbonizada sobre las mil y una hojas de algo que en tu mente había inquietado. 

Y ese libro, y ese otro, y todos aquellos se han ido. La biblioteca está muerta, las flores están muertas, ¡tu hija está muerta!, y las alegrías también.  Las pisadas de vez en cuando vuelven, pero ese olor a cigarrillo, los lápices amarillos, ese corazón bondadoso, y tus poemas, aún viven aquí. 


SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 2 de noviembre de 2017
DÍA DE LOS DIFUNTOS

martes, 17 de octubre de 2017

MI DESCARADO PENSAR


MI DESCARADO PENSAR




Aunque que yo nací 
con falda y labios carmesí
no voy a cotejar mi escritura 
con bellos encajes de cuna 
ni delicadas sedas de ternura.


MI DESCARADO PENSAR

¡Voy a estallar con locura!
¡Voy a ultrajar la reverencia!
y con inquieto descaro 
¡voy a ignorar la obediencia! 

¡Se los digo a ustedes!
emperadores derrotados
generales obsoletos
oradores fraudulentos.

¡Tráguense sus vozarrones 
y sus ridículas imponencias!
debiluchos sin agallas 
brutos y tontuelos 
escasos de pensar. 

¡Apártense idiotas!
insulsos, presumidos 
no se atrevan a desafiar
mi admirable razonar.

¡Lárguense mediocres!
y no intenten estropear 
mi altanera irreverencia
mi atractiva locura
y mi descarado pensar. 


Nueva York, 16 de octubre de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA





miércoles, 24 de mayo de 2017

"La Ronda de Noche" por REMBRANDT.





"La Ronda de Noche"

REMBRANDT

Colección del Rijksmuseum de Amsterdam.

 

Lo que está en el fondo de esta imagen es el cuadro principal del Rijkmuseum de Amsterdam, La Ronda de Noche, de Rembrandt.

La Ronda de Noche o La Ronda Nocturna (en neerlandés: De Nachtwacht) es el nombre por el que se conoce comúnmente a una de las más famosas obras maestras del pintor neerlandés Rembrandt, pintada entre 1640 y 1642.  Este cuadro es una de las joyas de la exposición permanente de Rijksmuseum de Amsterdam, pinacoteca especializada en arte neerlandés.

Delante un grupo de jóvenes estudiantes holandeses entregados de lleno a las pantallas de sus smartphones. 

"La Ronda de Noche"

Rembrandt  

Oleo.  
 

 

SIN UN AMOR.





SIN UN AMOR.


Usted con un amor, y yo sin nada.

Nueva York, 24 de mayo de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA.



martes, 23 de mayo de 2017

SUDOR Y LATIGO. - ✏️Nicolás Guillén. [Poema]






SUDOR Y LATIGO.


Látigo,
sudor y látigo.

El sol despertó temprano
y encontró al negro descalzo,
desnudo el cuerpo llagado,
sobre el campo.

Látigo,
sudor y látigo.

El viento pasó gritando:
- ¡Qué flor negra en cada mano!
La sangre le dijo: ¡vamos!
Él dijo a la sangre: ¡vamos!
Partió en su sangre, descalzo.
El cañaveral, temblando,
le abrió paso.

Después, el cielo callado,
y bajo el cielo, el esclavo
tinto en la sangre del amo.

Látigo,
sudor y látigo,
tinto en la sangre del amo;
látigo,
sudor y látigo;
tinto en la sangre del amo,
tinto en la sangre del amo.


NICOLAS GUILLEN.




Látigo,
sudor y látigo.

El sol despertó temprano
y encontró al negro descalzo,
desnudo el cuerpo llagado,
sobre el campo.

Látigo,
sudor y látigo.

El viento pasó gritando:
- ¡Qué flor negra en cada mano!
La sangre le dijo: ¡vamos!
Él dijo a la sangre: ¡vamos!
Partió en su sangre, descalzo.
El cañaveral, temblando,
le abrió paso.

Después, el cielo callado,
y bajo el cielo, el esclavo
tinto en la sangre del amo.

Látigo,
sudor y látigo,
tinto en la sangre del amo;
látigo,
sudor y látigo;
tinto en la sangre del amo,
tinto en la sangre del amo

Lea más: https://www.latino-poemas.net/modules/publisher2/article.php?storyid=1904 © Latino-Poemas
Látigo,
sudor y látigo.

El sol despertó temprano
y encontró al negro descalzo,
desnudo el cuerpo llagado,
sobre el campo.

Látigo,
sudor y látigo.

El viento pasó gritando:
- ¡Qué flor negra en cada mano!
La sangre le dijo: ¡vamos!
Él dijo a la sangre: ¡vamos!
Partió en su sangre, descalzo.
El cañaveral, temblando,
le abrió paso.

Después, el cielo callado,
y bajo el cielo, el esclavo
tinto en la sangre del amo.

Látigo,
sudor y látigo,
tinto en la sangre del amo;
látigo,
sudor y látigo;
tinto en la sangre del amo,
tinto en la sangre del amo

Lea más: https://www.latino-poemas.net/modules/publisher2/article.php?storyid=1904 © Latino-Poemas
Látigo,
sudor y látigo.

El sol despertó temprano
y encontró al negro descalzo,
desnudo el cuerpo llagado,
sobre el campo.

Látigo,
sudor y látigo.

El viento pasó gritando:
- ¡Qué flor negra en cada mano!
La sangre le dijo: ¡vamos!
Él dijo a la sangre: ¡vamos!
Partió en su sangre, descalzo.
El cañaveral, temblando,
le abrió paso.

Después, el cielo callado,
y bajo el cielo, el esclavo
tinto en la sangre del amo.

Látigo,
sudor y látigo,
tinto en la sangre del amo;
látigo,
sudor y látigo;
tinto en la sangre del amo,
tinto en la sangre del amo

Lea más: https://www.latino-poemas.net/modules/publisher2/article.php?storyid=1904 © Latino-Poemas

jueves, 11 de mayo de 2017

¡TU A MI, YA NO ME IMPORTAS!








Sin sentir ningún reparo:

¡TU A MI, YA NO ME IMPORTAS!

¡Me devoraste con tu desprecio!
¡Me lastimaste sin compasión!
Yo vivía de rodillas mendigando tu amor.

Realmente importa
A quién le importa
¡A nadie le importa!
si ya cambié el agua podrida de los floreros.
Si ya me cambié la piel andrajosa de mendigo.

¿Y a mí, tú me importas?
¡No, no me importas! Por ello,
¡te devoraré con desprecio!
¡te lastimaré sin compasión!
y morirás de rodillas mendigando mi amor.

¡Así! ¡Sin tersuras y con exultación!
¡Tú a mí, ya no me importas!


Nueva York, 28 de noviembre de 2016
SANDRA SALGADO MENDOZA



¡DESPABILATE!





¡DESPABILATE!


¡Despabílate! y no vengas aquí a sacudir tu amenguada inclemencia. 
A mí no me amedrentan los envalentonados amansados con coagulada pereza.

SANDRA SALGADO MENDOZA.
Nueva York, 29 de abril de 2017.

¡ILUSO!









¡ILUSO!

 ¡Iluso! Quién querría ir a buscar a un cadáver desgarbado
 con dientes podridos colgando desde un cráneo imbécil.


SANDRA SALGADO MENDOZA.
Nueva York, 28 de abril de 2017.

SIN SABER




SIN SABER


'Hay días en que despierto sin saber para qué vivo.'

 

SANDRA SALGADO MENDOZA.
Nueva York, 26 de abril de 2017.

¡Se me acabó la exaltación para ti!.





¡Se me acabó la exaltación para ti!.


 ¡Se me acabó la exaltación para ti!. 
Ahora voy en búsqueda de más desperdicios 
para tu maloliente y arrastrado vivir. 
 
SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 24 de abril de 2017.


¡ESPEJO INSULSO!





 ¡ESPEJO INSULSO!


¡Espejo insulso! Aquí estoy.
¡Frente en alto, barbilla arriba, mirada erguida!
 ¡Qué empiece el careo entre la vida y las ruinas!

Nueva York, 7 de abril de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA.

JALÁNDOSE.





JALÁNDOSE.


En el atajo de mi poesía encontré a un ocioso embarbecido, 
jalándose con sus manos temblorosas su miseria y pelos encanecidos, 
ansiando locamente acariciar el vientre nómada de mi destino.


Nueva York, 6 de abril de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA.

REBUZNAS, REBUZNAS.








REBUZNAS, REBUZNAS. 


Rebuznas, rebuznas sin lengua
aclamándome un cebo discursivo
un atroz aliento despiadado
un imprudente endecasílabo.

Rebuznas, rebuznas sin lengua
estorbando mi exitación ardiente
mi dialéctica estridente
que estrangula tu podrida mente.


Nueva York, 6 de abril de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA.

jueves, 6 de abril de 2017

EL ARDOR DE LAS BARBAS.






EL ARDOR DE LAS BARBAS. 


Llevaba escrito una sentencia sobre su piel una mujer sabia anunciando que los gemidos crecían por el ardor de las barbas, y no por una piel paliducha que las tijeras destrozaban.


Nueva York, 5 de abril de 2017
SANDRA SALGADO MENDOZA.

martes, 4 de abril de 2017

MUÑEQUITO TONTO



MUÑEQUITO TONTO.


¡Basta de alaracas!
¡Basta de sandeces!
Hombrecito de barba
muñequito tonto
aparta tus estupideces
que voy trepada en una bestia
arrastrando la ignorancia
zurcida en tu hocico
que lenguetea mi suelo
atadito a la agujeta
que no despunta lástima
por un muñequito tonto
tontísimo como tú.



Nueva York, 3 de abril de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA.


lunes, 3 de abril de 2017

¡QUE TE LARGUES!







¡QUE TE LARGUES!


¡Qué te largues de mi poesía!
Aquí no es taller de masturbación
de una supuesta hombría.

¡Qué te largues de mi poesía!
Revuélcate en la mugre
de tus morbosas hendijas.


Nueva York, 3 de abril de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA.



jueves, 23 de marzo de 2017

¡DEMENTE!





No solo eres ridículo y absurdo, eres demente.

¡DEMENTE! 


¡Caminas y escupes!
Qué porquería es tu destino.
¡Quítate de mi camino!
Qué yo no escupo contigo.
¡Quita tus sueños mediocres!
Qué yo no sueño contigo.
¡Quita tu andrajosa indiferencia!
que tu ridiculez empieza.
¡Quita tu basural mugroso!
y trapea mi umbral lustroso.
¡Quita tu gargajada apestosa
y trágate tu estupidez vergonzosa.
¡Quita de tu mente esa pose ardiente!
¡Quítalo todo, todo de repente!
y te llamarán, ¡demente!.



*'Gargajada' es una palabra que no existe en el diccionario, y no me importa.


Nueva York, 23 de marzo de 2017
SANDRA SALGADO MENDOZA.


 

¡DESNÚDAME!





Lo escribí mientras me mirabas.


¡DESNÚDAME!


¡Qué quieres!
Que te cante, que te baile
que susurre, y que me ría.
¡Me aburre tu quietud!
¡Qué esperas! ¡Desnúdame ya!

¡Qué quieres!
Verme inquieta, enamorada,
gozosa y perturbada.
¡Estulto, no malgastes mi intención!
¡Desnúdame!

¡Qué quieres!
Que te conmueva con mi voz
Que te acaricie el corazón.
¡No pierdas más tu tiempo!
y desnúdame con pasión.

¡Qué quieres!
Un espejo, una cama
un látigo, y mi rigor.
¡Desnúdate! ¡Desnúdame!
Tiembla de emoción.

¡Qué más quieres!
Un discurso, un poema
una sentencia, y un testigo.
¡Sacude y arroja tus palabras!
Desnuda tu verdad.

¡Qué quieres, títere estólido!
Quieres esto, aquello y más.
¡Vete aprender a desnudar
con arte y sin frialdad!
y no me busques más.


Nueva York, 23 de marzo de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA.






martes, 21 de marzo de 2017

¡Ven vagabunda, excítame!






¡Ven vagabunda, excítame!

 

¡Pluma vagabunda! 
¡Ven, escúlpeme tu vanidad!

Escúlpeme la excitación de tus palabras
que deambulan empalagosas  
en los papelillos de la retahíla de tu mundanal.

¡Ven, excítame con tu atrevido acento de vanidad!
¡Ven vanidosa, ven a excitar mi papel!
¡Ven vagabunda, escúpeme tu vanidad! 



Nueva York, 21 de marzo de 2017.
SANDRA SALGADO MENDOZA.


miércoles, 15 de marzo de 2017

ME MIRAN Y ME ACUSAN.



 

Absolutamente, he escrito sin acuse de conciencia e inconsciencia.

ME MIRAN Y ME ACUSAN.


¡Basta de mirarme y acusarme!
¿Què quieren?
Que esconda la desnudez
de mis palabras.
¡No lo haré!
No esconderé las letras ardientes
que danzan bajo mi enagua.

¡Asalvajada vengo!
¡Sin pudor y con descaro!
Fugitiva de silencios,
cavando y desenterrando
pecados termales,
y pateando el estrado
de una solemne soledad. 
 
¡Desmelenada vengo!
¡Libre de velos blancos!
Traigo versos inexpugnables
no sé escribir de otro modo
tengo una desviación
 hacia la inconsciencia.


SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 15 de marzo de 2017.

 * "Asalvajada", esta palabra no existe en el diccionario, y no me importa.




¡NECIO!




¡Qué escándalo!  He escrito un poema entre mis piernas.

¡NECIO!

¡Necio!
¡Eres necio!
¡Te advertí!
Qué no siguieras mirándome.
Qué no siguieras oliéndome.

¡Necio!
¡Eres muy necio!
¡Te advertí!
Qué quedarías atrapado
si olías el perfume
putrefacto de mi vejez.

¡Necio, necio, necio!
¡Te advertí!
Qué enloquecerías oliendo mi piel.
Qué no podrías huir despavorido.
Qué nunca más serías libre.

¡Bruto!
¡Eres muy bruto!
¡Te advertí !
Qué gritarías con locura.
Qué el placer más exquisito,
es oler el perfume rancio de mi piel.

¡Te advertí!
¡Sí, te advertí!
¡Mucho, te advertí!
Qué con tan solo
mirarme y olerme,
serías un esclavo a mis pies.

¡Necio y bruto!
¡Te advertí!
Qué este perfume enloquecedor de la vejez,
te llevaría cada vez más cerca de la tumba.

¡Ven aquí, y huéleme más!
Aquí, cerca muy cerca de mis piernas,
oliéndome, asfixiándote,
enloqueciendo, y ululando de placer.

¡Ven y grita!
¡Grita imbécil! ¡Grita sin fingir!
Diles que me hueles con demencia,
y que estás embrutecido de tanto oler.
¡Huéleme y grítalo por última vez...!
¿A qué  huele mi piel?

SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 26 de enero de 2017.