Estoy vestida con mi traje de pecado, no tengo inhibiciones, y si tuviera que desnudarme, entonces tendria que confesarme, redimirme para que me juzguen por mi falta de pudor, y por las tentaciones que tengo en el paraiso.
¿Eres tú quien me va a liberar de mis pecados? ¿Eres tú quien va a juzgar mis desaciertos?¿Eres tú quien va a salvar el mundo de la complejidad de los rumores, de las falsedades y de los errores de los demas?
No permitiré que nadie me arrranque mis ilusiones, ni que me cierren la blusa donde guardo mis impulsos, ni bordaré una mantilla para esconder mis tentaciones.
Sandra Salgado (New York City, Enero 2012)
Imagen: Grus Lindgren, artista