Desde que vi la fecha de mi entierro, supe que ese día seré un ataúd solemne deambulando por callejones sucios y lúgubres de la sociedad, colgando un adorno de brillantes canas que no soñarán jamás.
sábado, 22 de octubre de 2016
viernes, 30 de septiembre de 2016
"La tristeza de la muralla"
Hoy llegó una carta, hace mucho tiempo que no recibía una. Me has escrito diciendo, “Si no tardas, te esperaré toda la vida”. Desde las tinieblas te contesto diciendo, yo por tí, destrozaré este muro de tristeza, mis manos se llenarán de llagas, y sangrarán de dolor. Llevo prisa, quiero volver a vivir, deslumbrarme con el arcoiris, abrazar la vida, y comenzar de nuevo.
Espero no tardar mucho en llegar, quiero ver contigo las estrellas brillar. Espérame, y no dejes que el cielo se apague. No quiero que esta mortífera desdicha me arrastre a la demencia, y sus garras me lanzen al abismo de la infelicidad.
¡Qué pesar! Yo mismo construí con mis manos la dureza de esta muralla, con esta piel que se ha tornado áspera como una roca, acongojada en el silencio que sólo vive de recuerdos.
Si supieras cuán elocuentes fueron los gritos en ese silencio. Mas, al no escuchar mis suspiros, mis ilusiones maté. Al no escuchar mis latidos, mi corazón se exacerbó, y al no escuchar mis pasos, la soledad me hundió.
¡Oh! muralla silenciosa y fría, encontré solo obscuridad en mi lecho, los faros se apagaron, no hay velas encendidas, no hay luz de luna, sólo hay un sepulcro abandonado.
Mi voz se enmudeció al hablar de amor, la esperanza de amar y ser amada la perdí, la fe nunca más me visitó, la paciencia me olvidó, el coraje se rindió, la paz no me acompañó, la pasión se alejó, la fuerza se debilitó, la belleza envejeció, la libertad, mi libertad se escondió. ¡No me esperes más, tardaré mucho en llegar, la tristeza de mi muralla, no me deja escapar!
Nueva York, 6 de febrero de 2014
¡Qué asquerosa va mi pluma!
Llevo un vómito encarcelado en mis palabras,
llevo una tinta embriagadora en mi pluma,
llevo la mugre andariega de tus cartas,
llevo una riña rechinante en mi andar.
¡Qué asquerosa va mi pluma
que te embarra, te ultraja, tu mortaja!
jueves, 29 de septiembre de 2016
¡Asesino, devuélveme la vida!
¡Asesino, devuélveme la vida!
¡Asesino! ¡Asesino!
¡Mataste mi amor!
¡Mataste mi sentir!
¡Me mataste!
¡Asesino, devuélveme la vida!
una vida sin corazón,
para nunca más amarte
y mas nunca adorarte.
Nueva York.
SANDRA SALGADO MENDOZA
martes, 20 de septiembre de 2016
lunes, 19 de septiembre de 2016
"La Alcoba del Olvido"
¿Qué si voy a privarme de escribir acerca de las alcobas, y los placeres?
- ¡Jamás!
He aquí:
LA ALCOBA DEL OLVIDO
¡Qué arrogancia! ¡Qué insolencia!
Vestirte con traje de oropel,
pretendiendo entrar con ansias
a mi alcoba seductora, y adueñarte
de la vanidad de mi soledad.
¡Eres un indolente, insensato, petulante!
¡Vete con tus gemidos prestados!
¡Vete con tus delirios de suspiros!
¡Llévate la falsedad de tus oropeles,
y no vuelvas a pretender lamer mis labios,
ni a domar mis miradas!
Nunca pudiste escuchar el clamor de mis suspiros,
ni nunca pudiste escuchar el jadeo de mi cintura.
¡Qué insensible fue el eco de tu sordera!
¡Mas que elocuente fue el alarido de mis medias de seda!
Nunca mas acariciarás la tibieza de mi desnudez,
ni te embriagarás con mi aliento,
ni domarás mis ardientes caderas,
ni pretenderás mirar mis senos,
ni oler el perfume de mis piernas.
¡Vete con tus pretensiosos recuerdos,
tus miradas, tu ebriedad!
¡Vete imitando, balvuceando,
y lamiendo la dureza de tus sandeces!
¡Tú el del traje vanidoso,
lárgate con tu indolencia
a la alcoba del olvido!
SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 19 de junio de 2016.
¡Nunca, nunca, nunca te amaré!.
Te voy hablar bajo,
"no te amo."
Te voy hablar alto,
"nunca te amé."
Te voy a gritar,
"¡nunca, nunca, nunca te amaré!."
sábado, 17 de septiembre de 2016
LUCRECIA BORGIA. 'Huéleme, lámeme, muérdeme'
Huéleme, lámeme, muérdeme
Olerte, lamerte,
olerte, mirarte,
olerte, hablarte.
Lamerte, morderte,
hablarte, morderte,
mirarte, morderte.
Morder, lamer,
morder, mirar,
morder, hablar.
Huelo, muerdo,
hueles, muerdes.
Lámete, huélete,
huélete, mírate,
mírate, háblate.
Háblame, mírame,
huéleme, lámeme,
morboséame, muérdeme.
Morboséate, mírate,
morboséame, lámelo,
morboséalo, huélelo.
Muérdete, huéleme
Muérdeme, lámeme
Muérdelo, muérgano.
SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 17 de septiembre de 2016
¡Qué me dejes sola!
- ¡Qué me dejes sola! ¡Sola!
-Estás sola
- ¿Quién habla?
-La soledad.
Nueva York, 17 de septiembre de 2016
'Una inexperiencia callada'
'Una inexperiencia callada,
una experiencia sin tentación,
no pensar, no sentir,
y no abrir los labios.'
(Febrero 27, 2016)
una experiencia sin tentación,
no pensar, no sentir,
y no abrir los labios.'
(Febrero 27, 2016)
"Sentada en mi silla"
'Sentada en mi silla de nogal, detrás de una puerta de caoba, tengo sobre mi mesa huellas de tinta negra, huellas de tinta roja, y la mirada juiciosa de una sortija errante.'
(Nueva York, 9 de Marzo del 2016)
jueves, 15 de septiembre de 2016
¡QUÉ BRUTAL CONFESION!
¡Enfurecida está mi boca con esta irreversible confesión!
¡QUÉ BRUTAL CONFESION!
¡Qué brutal confesión!
¡Gritaban desde lejos las arrugas!
¡Qué si me acuerdo!
Aquella edad de peculiar fascinación
que traía el crujir epiléptico de una protesta
que exigía una turbulenta revancha
gritaba secretas caricias
debatía escandalosos escotes
acariciaba perfumes callejeros
y saciaba apetitos de placer.
¡Que sí me acuerdo!
enredada en un velo
con trenzas sueltas de cabellos
saboreando hostias
estremeciendo bocas
rodillas en el suelo
piernas en desvelo
y el disfrute de una
coqueta masturbación.
¡Qué sí lo sé! Qué a esta edad
las trenzas sueltas que borbotean
en un rosario de cabellos
las piernas que arden de deseo
las manos que acarician el cuello
la hostia que se estremece en la boca
podrían despreciar a una piel
que se avejenta.
¡Fuera de aquí, brutal confesión!
¡Fuera, quejidos del alma!
¡Fuera, sublimes penas del corazón!
¡Oh! ¡Cuánta rabia me da escribir
esta brutal confesión.!
Nueva York,12 de septiembre de 2016
SANDRA SALGADO MENDOZA
viernes, 3 de junio de 2016
"El Gemido Afónico."
EL GEMIDO AFÓNICO
- ¡Me estás seduciendo!
Exclamó la curiosidad.
- ¡Estoy gimiendo!
Replicó la ternura.
Y volvió a seducir,
y volvió a gemir.
Nueva York, 11 de abril de 2016.
Nueva York, 11 de abril de 2016.
"¿Te Fastidia mi Advertencia?"
¿Te Fastidia mi Advertencia?
¡Qué soy la institutriz de los filósofos!
¡Qué pueden los músicos tocar un jazz en mis pezones!
¡Qué puede Beethoven acariciar una sinfonía en mis senos!
¡Qué puedo con mi pincel dar un puntapié a los imbéciles!
¡Qué puedo pintar la llaga de los toros!
¡Qué tengo más ansias que los de una chirimoya!
¡Qué soy una devoradora de suspiros!
¡Qué tengo un coro imperante de latidos!
¡Qué desayuno ciruelas pasas con café!
¡Qué rechazo las migajas de bondad!
¿Te fastidia mi advertencia?
¡Qué no razono durante mis placeres!
¡Qué tengo un anzuelo en el escote!
¡Qué le permito al espejo hacer un elogio a mi espalda!
¡Qué tengo embebida la miel en el meneo de mis labios!
¡Qué tengo un dulzor en el acuse de conciencia!
¡Qué uso perfume en las trincheras!
¡Qué vestiré con tacones escalarta el día de mi funeral!
¡Qué no disimulo mi satisfacción al deseo!
¡Qué nunca estoy sola, que estoy con mis piernas!
¿Te fastidia mi advertencia?
¡Qué no permito una voz de cobardía!
¡Qué tengo un rechazo denigrante hacia la ruindad!
¡Qué puedo bañar a los leprosos!
¡Qué no le limpio las botas a Fidel!
¡Qué mis polillas están danzando un ritual sobre los libros de los historiadores!
¡Qué tengo un argumento en la bocina!
¡Qué no les quito las aureolas a los muertos!
¡Qué tengo un cigarrillo vivo fumando en el cementerio.
¡Qué a las siete menos cuarto humillo al sol!
¿Te fastidia mi advertencia?
¡Qué castigo con látigo los desaciertos de mi pluma!
¡Qué tengo una alabanza al pensamiento!
¡Qué he guardado una semilla en el desierto!
¡Qué tengo una lingüística dictatorial de independencia!
¡Qué tengo un proverbio que no adoctrina mis virtudes!
¡Qué no santifico la castidad, ni la modestia!
¡Qué he sentenciado a cadena perpetua mis secretos!
¿Te fastidia mi advertencia?
¡Qué te calles! ¡Qué no soy tu amante!
¡Calla tus esdrújulas!
¡Qué te calles! ¡Tu torpeza me averguenza!
¡Qué te calles! Estoy santiguando a este papel.
¡Qué te calles, papel cobarde!
¡Cállate papel! ¡Me apesta tu aliento desabrido!
¡Cállate, y no me implores perdón, que vas arruinar mis letras!
¡Me da lástima tu falta de soberbia,
tu falta de anáfora, catáfora y endófora!
¿Te fastidia mi advertencia?
¡Cállate! ¡Qué en mi enagua mando yo!
Nueva York, 5 de abril de 2016.
SANDRA SALGADO MENDOZA
*
Quiero que mi advertencia se escuchada por todos los mares y continentes.
*
Esta poesía lleva en su sangre un caudal de ruido y furia.
*
Si yo hubiera escrito esto cuando tenia 12 años, la sociedad me habría condenado a la guillotina.
*
Empecè mis letras con un esplendor bravío, y así se fueron escapando de mi pecho como bramidos.
*
Tenia una querella en medio de mi cuaderno que oprimía mi silencio. Ahora es una poesía que vibra.
*
Siendo tú una dulce niña, como has podido llegar a encantarte con hermosura esta poesía que estaba encerrada en la oscuridad de un calabozo.
*
Mi autoría la cree en una tibia aldea.
*
Puedo contemplar el arte en el fango, en el charco y en las sombras!
Mi esclavitud es complaciente en el arte.
*
Estoy rescatando del siglo pasado unas letras rebeldes que se quedaron atoradas en un mimeógrafo.
*
Con arrogancia me acerco a ti con mi laringe, para interrogar a tu pensamiento, el por qué habrías de tender los ropajes de mi voz en un patio sin encantos.
*
Rimas, rimas, rimas, entrelazadas, encadenadas y gemelas. Cuanta ausencia hay de ellas en mis versos. Mientras que tu, 'El heredero de las Coplas' tiene a su prestancia un derroche voluntario de heptasílabos, octosilabos y endecasílabos para ensalzar la libertad de mis versos. Te envío esta noche mi desvelo, y mañana mis suspiros al Sol, como un agradecimiento, sin exabruptos, ante la estrofa que engalana tu balcón florido.
*
Tengo una sensación de que me he mudado al estío! No encenderè los faroles y los parlantes en mi poema!
Mi foto: Nuyorican Poets Cafe.
"Las Arrugas me han contado..."
(Imagen: Figura de madera perteneciente a mi padre
cuando volvió de Japón en 1967)
LAS ARRUGAS ME HAN CONTADO.
Aunque parezca inverosímil, las arrugas me han contado sobre la vida:
'La ví arrugada, quizás un poco marchita, parada en la esquina, inmóvil, indefensa, mas no inmaculada. Había llegado el crepúsculo, y ella ahí, sin una caricia, sin un abrazo, y sin un te quiero. La piel del árbol me ha contado, cómo es vivir sin un amor, y como es vivir en soledad.'
Nueva York, 23 de marzo de 2016
Aunque parezca inverosímil, las arrugas me han contado sobre la vida:
'La ví arrugada, quizás un poco marchita, parada en la esquina, inmóvil, indefensa, mas no inmaculada. Había llegado el crepúsculo, y ella ahí, sin una caricia, sin un abrazo, y sin un te quiero. La piel del árbol me ha contado, cómo es vivir sin un amor, y como es vivir en soledad.'
Nueva York, 23 de marzo de 2016
*
Confronté la mirada miserable del tiempo, osaba humillar las cicatrices de la piel que estaban bordadas en mi poesía.
*
¡Miserable!...sea aquel vulgo que derrame sal sobre la doncella. Ya escucharé las súplicas del calculador del placer, rogándome daros la satisfacción de la voracidad de mis labios. ¡Derrama!...tu hiel sobre tu mustio septiembre, que yo desecharé tu altar de virtudes, y tus harapos teñidos de ilusiones cuando vengas ¡de rodillas! a limpiar el lodo peyorativo que dejaste en este papel.
*
Distinción sensata anhela la vejez, mas mi pluma revolotea de insensatez. Estoy tumbando con mi poesía los palpitantes recuerdos, arrancando sueños perdidos, y llevando querellas hacia el camino de la soledad. Lo digo con locuaz soltura y libertad.
*
La fragilidad de mi talento me lleva a buscar hacia donde vuelan las hojas secas y arrugadas que se descuellaron del árbol.
Ese camino, ese destino, ese correr del tiempo, y ese cielo desconocido, murmuran trémulos, el adiós de la juventud.
*
Me desnudo diferente desde que tengo mutilada mi hermosura. Pienso, siento, canto, bailo, y sueño diferente desde que 'las arrugas me han contado sobre la vida.'
Les escribo desde una prisiòn que contempla un pergamino que exhibe una sentencia a envejecer.
"Te lo digo a ti, parrafo inservible!"
"Te lo digo a ti, parrafo inservible!"
¡Suelta ese adjetivo!
¡Desata tus conjunciones!
¡Desamarra tus verbos!
¡Libera tus artículos!
¡Empaca tus adverbios
y lárgate con tus sustantivos!
¡Te lo digo a ti,
párrafo sin pronombre,
párrafo sin nombre,
párrafo inservible!
SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 9 de marzo de 2016
jueves, 14 de enero de 2016
"Cecilia Valdés".- ✏️ CIRILO VALVERDE. [Ensayo]
Nueva York. Marzo 18 del 2013
Cecilia Valdés
La extraordinaria novela Cecilia Valdés es una representación de la Cuba colonial escrita por Cirilo Villaverde, quien fue uno de los precursores de la producción novelesca de la literatura cubana e hispanoamericana durante el romanticismo en el siglo XIX, el mismo que escribió cuentos y relatos breves, entre ellos, La Peineta Colada, Dos Amores, El Penitente y la Joven de la flecha de oro. Cirio Villaverde describe las injusticias sociales y la esclavitud en el entorno de uno sociedad gobernada por los colonizadores. También describe de manera espectacular a una cubana encantadora llamada Cecilia Valdés, quien es una mujer bella y sensual, que provoca muchas pasiones.
En 1980, Humberto Sols, cineasta cubano, recrea esta emocionante novela en todo su esplendor, dándole vida a los personajes femeninos y a las tradiciones socioculturales. El papel que más destaca es el personaje de ficción, Cecilia Valdés, la misma que logra cautivar a Leonardo Gamboa, hijo de un adinerado comerciante español Cándido de Gamboa. Ella se queda vislumbrada por su fortuna y quiere entrar a la sociedad aristocrática de cualquier modo y Leonardo es un camino para logrado. Además, Solas asentua la actuación impresionante de Cecilia como una mulata provocativa, con voluptuosidad en su cuerpo, quien atrae las miradas y el deseo de los hombres negros, mulatos y blancos.
Cirilo Villaverde, quien se atrevió en aquel entonces a escribir sobre el sistema esclavista, describió las clases sociales de la sociedad colonial, poniendo a la cabeza de esta pirámide de poder al Jefe Político como la mayor autoridad de Cuba, luego al Capitán General, la aristocracia, los burgueses, los hacendados, los comerciantes y los contrabandista de esclavos. Ms abajo estaban los negros como lo es la abuela de Cecilia, Josefa (Chepilla) y los mulatos libres. En este último grupo estaban los artesanos y músicos, como el sastre Uribe y el músico José Dolores Pimienta, quien es un pardo. Solás marca con mucho ímpetu el papel de Doña Rosa Sandoval, la mamá de Leonardo, quien es una criolla adinerada, clase explotadora. Otro personaje importante es Isabel Ilincheta, quien es la novia oficial de Leonardo, quien sabe manejar muy bien los negocios, pero a quien Leonardo realmente no ama. Némesis, amiga de Cecilia y hermana de Pimienta, está al acecho de tener una oportunidad de poder conquistar a Leonardo, pero no lo logra porque Leonardo a quien ama es a Cecilia y no a ella. Charo Alarcón, es la mama de Cecilia, ella no es tan negra, y tampoco es esclava, ella es quien tiene una hija con un blanco, don Cándido, por eso es que Cecilia a pesar de tener una abuela negra, no nace de piel oscura. Cecilia por lo tanto, para tener hijos blancos rechaza el amor de Pimienta porque con Leonardo podría tener hijos blancos. Cecilia Valdés acepta moderadamente a los mulatos pero rechaza drásticamente su unión matrimonial con un negro, ya que lo ve como una barrera para escalar a una posición de la alta burguesía.
Cabe resaltar, que en aquella época en que se escribió la novela, los esclavos eran considerados mercancía, es decir algo que se compra y se vende, denominados “sacos de carbón”, algo muy despectivo como individuos. El mundo de la integración de las razas en aquel siglo fue muy difícil, especialmente para aquellos negros que para perfeccionar su raza estaban convencidos de que debían unirse con blancos.
La implacable explotación que sufrieron los negros, quienes eran esclavos domésticos y esclavos rurales de las plantaciones de azúcar, tuvieron que soportar muchos benjamenes por parte de la clase poderosa. La inmisericorde acción de lanzar al océano a los niños esclavizados por parte del capitán del buque negrero fue algo despiadado, ya que si eran interceptados por buques ingleses, ellos no verían que tenían a bordo esclavos negros. En los ingenios, los negros vivieron terribles crueldades. Eran castigado poniendolos boca abajo para darles latigazos. Algunos preferían suicidarse a continuar con el yugo de sus amos. Realmente esta novela es considerada como un documento histórico y social donde se muestra la crudeza de los problemas de la esclavitud.
La Santería es reconocida como una religión que fue introducida por los esclavos africanos, proclamado por los mestizos descendientes. En Cecilia Valdes, la película muestra una procesión donde los negros y mulatos llevan palos con fuego, lanzas, y se ve a una mujer cargando una cruz sobre sus espaldas, es decir, es la réplica de las procesiones de España. Sin embargo, también podemos observar a un hombre azotándose con un látigo a sí mismo y se destaca la reencarnación de Ochún en la mulata cubana Cecilia Valdés, quien se convierte en Ochún, quien es considerada como una santa afro-cubana sincretizada con la Virgen de la Caridad del Cobre, quien es la patrona de la isla de Cuba. La vitalidad de Ochún con su carácter voluptuoso es un rasgo imaginario que los hombres exaltan como algo sexual para su placer y consumo. Ochún tiene un espíritu aventurero, carácter vengativo, vanidad y coquetería, es decir se la ha identificado como sinónimo de erotismo. En la película se representa a Ochún, Virgen de la Caridad del Cobre como el amor eterno y el espíritu de armonía conciliador, pero por otro lado esta Ochún como la Afrodita quien encarna el amor sexual y escandaloso de una mulata.
Por otra parte, Humberto Solás muestra claramente que hay una oligarquía de terratenientes criollos y grandes comerciantes españoles quienes estaban encima de los negros esclavos y algunos mulatos libres. La esclavitud hizo que hubieran frecuentes manifestaciones de rebeldía de los esclavos, que dieron lugar a conspiraciones con el propósito de abolir la esclavitud. Entre éstas, la Conspiración de Las Escaleras, que originó una sangrienta represión, perdiendo muchas vidas de esclavos, negros y mulatos libres.
Una de la virtudes considerables de la novela de Villaverde es que me permitió ver la repercusión de la esclavitud, y aunque en nuestros días no existe aquello, me induce a valorar las sublevaciones de los negros para extinguir las subdivisiones de la jerarquía colonial, porque arraigó prejuicios y conceptos despectivos de los negros.
La extraordinaria novela Cecilia Valdés es una representación de la Cuba colonial escrita por Cirilo Villaverde, quien fue uno de los precursores de la producción novelesca de la literatura cubana e hispanoamericana durante el romanticismo en el siglo XIX, el mismo que escribió cuentos y relatos breves, entre ellos, La Peineta Colada, Dos Amores, El Penitente y la Joven de la flecha de oro. Cirio Villaverde describe las injusticias sociales y la esclavitud en el entorno de uno sociedad gobernada por los colonizadores. También describe de manera espectacular a una cubana encantadora llamada Cecilia Valdés, quien es una mujer bella y sensual, que provoca muchas pasiones.
En 1980, Humberto Sols, cineasta cubano, recrea esta emocionante novela en todo su esplendor, dándole vida a los personajes femeninos y a las tradiciones socioculturales. El papel que más destaca es el personaje de ficción, Cecilia Valdés, la misma que logra cautivar a Leonardo Gamboa, hijo de un adinerado comerciante español Cándido de Gamboa. Ella se queda vislumbrada por su fortuna y quiere entrar a la sociedad aristocrática de cualquier modo y Leonardo es un camino para logrado. Además, Solas asentua la actuación impresionante de Cecilia como una mulata provocativa, con voluptuosidad en su cuerpo, quien atrae las miradas y el deseo de los hombres negros, mulatos y blancos.
Cirilo Villaverde, quien se atrevió en aquel entonces a escribir sobre el sistema esclavista, describió las clases sociales de la sociedad colonial, poniendo a la cabeza de esta pirámide de poder al Jefe Político como la mayor autoridad de Cuba, luego al Capitán General, la aristocracia, los burgueses, los hacendados, los comerciantes y los contrabandista de esclavos. Ms abajo estaban los negros como lo es la abuela de Cecilia, Josefa (Chepilla) y los mulatos libres. En este último grupo estaban los artesanos y músicos, como el sastre Uribe y el músico José Dolores Pimienta, quien es un pardo. Solás marca con mucho ímpetu el papel de Doña Rosa Sandoval, la mamá de Leonardo, quien es una criolla adinerada, clase explotadora. Otro personaje importante es Isabel Ilincheta, quien es la novia oficial de Leonardo, quien sabe manejar muy bien los negocios, pero a quien Leonardo realmente no ama. Némesis, amiga de Cecilia y hermana de Pimienta, está al acecho de tener una oportunidad de poder conquistar a Leonardo, pero no lo logra porque Leonardo a quien ama es a Cecilia y no a ella. Charo Alarcón, es la mama de Cecilia, ella no es tan negra, y tampoco es esclava, ella es quien tiene una hija con un blanco, don Cándido, por eso es que Cecilia a pesar de tener una abuela negra, no nace de piel oscura. Cecilia por lo tanto, para tener hijos blancos rechaza el amor de Pimienta porque con Leonardo podría tener hijos blancos. Cecilia Valdés acepta moderadamente a los mulatos pero rechaza drásticamente su unión matrimonial con un negro, ya que lo ve como una barrera para escalar a una posición de la alta burguesía.
Cabe resaltar, que en aquella época en que se escribió la novela, los esclavos eran considerados mercancía, es decir algo que se compra y se vende, denominados “sacos de carbón”, algo muy despectivo como individuos. El mundo de la integración de las razas en aquel siglo fue muy difícil, especialmente para aquellos negros que para perfeccionar su raza estaban convencidos de que debían unirse con blancos.
La implacable explotación que sufrieron los negros, quienes eran esclavos domésticos y esclavos rurales de las plantaciones de azúcar, tuvieron que soportar muchos benjamenes por parte de la clase poderosa. La inmisericorde acción de lanzar al océano a los niños esclavizados por parte del capitán del buque negrero fue algo despiadado, ya que si eran interceptados por buques ingleses, ellos no verían que tenían a bordo esclavos negros. En los ingenios, los negros vivieron terribles crueldades. Eran castigado poniendolos boca abajo para darles latigazos. Algunos preferían suicidarse a continuar con el yugo de sus amos. Realmente esta novela es considerada como un documento histórico y social donde se muestra la crudeza de los problemas de la esclavitud.
La Santería es reconocida como una religión que fue introducida por los esclavos africanos, proclamado por los mestizos descendientes. En Cecilia Valdes, la película muestra una procesión donde los negros y mulatos llevan palos con fuego, lanzas, y se ve a una mujer cargando una cruz sobre sus espaldas, es decir, es la réplica de las procesiones de España. Sin embargo, también podemos observar a un hombre azotándose con un látigo a sí mismo y se destaca la reencarnación de Ochún en la mulata cubana Cecilia Valdés, quien se convierte en Ochún, quien es considerada como una santa afro-cubana sincretizada con la Virgen de la Caridad del Cobre, quien es la patrona de la isla de Cuba. La vitalidad de Ochún con su carácter voluptuoso es un rasgo imaginario que los hombres exaltan como algo sexual para su placer y consumo. Ochún tiene un espíritu aventurero, carácter vengativo, vanidad y coquetería, es decir se la ha identificado como sinónimo de erotismo. En la película se representa a Ochún, Virgen de la Caridad del Cobre como el amor eterno y el espíritu de armonía conciliador, pero por otro lado esta Ochún como la Afrodita quien encarna el amor sexual y escandaloso de una mulata.
Por otra parte, Humberto Solás muestra claramente que hay una oligarquía de terratenientes criollos y grandes comerciantes españoles quienes estaban encima de los negros esclavos y algunos mulatos libres. La esclavitud hizo que hubieran frecuentes manifestaciones de rebeldía de los esclavos, que dieron lugar a conspiraciones con el propósito de abolir la esclavitud. Entre éstas, la Conspiración de Las Escaleras, que originó una sangrienta represión, perdiendo muchas vidas de esclavos, negros y mulatos libres.
Una de la virtudes considerables de la novela de Villaverde es que me permitió ver la repercusión de la esclavitud, y aunque en nuestros días no existe aquello, me induce a valorar las sublevaciones de los negros para extinguir las subdivisiones de la jerarquía colonial, porque arraigó prejuicios y conceptos despectivos de los negros.
SANDRA SALGADO MENDOZA
Nueva York, 18 de marzo de 2013
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