Gardel uma lembrança
(Comedia musical en español escrita en portugués)
Manuel Puig
Nueva
York, 21 de mayo de 2020
Acto I. [8 escenas] Año 1915.
En su prólogo, Puig
menciona que no tuvo ninguna pretensión de esclarecer un misterio sino la de
escribir una comedia musical sobre Gardel como una ilustración del mundo
poético del cantante argentino. Que estaba satisfecho de haber expresado una
historia inventada como una anécdota, pero con pretensiones de autenticidad en
la ilustración del espíritu gardeliano. Es decir, una obra interpretada como
biografía poética.
A través de la
opinión de Imperio Argentina, un mito del cine y de la lengua española, como
protagonista de Gardel en la película Melodía de arrabal, e hija del
arreglador musical del cantante, sabemos que Gardel habría tenido innumerables
aventuras y peripecias amorosas, pero que conducía su vida con reserva,
respetando a su vez la vida privada ajena. En el trabajo, era de una seriedad
ejemplar y de un perfeccionismo incansable. Imperio Argentina cuenta que
nadie quería sentarse al lado de Gardel en la mesa, porque hablaba siempre de
trabajo y discutía el empleo del día, generalmente descontento con los
resultados del día. Gardel tenía mucho esmero en su arte de cantante, era
muy serio en su vida privada y había creado una barrera de distanciamiento y
admiración hacia quienes lo rodeaban.
Cuando bailan tango
Madame Yvette (vieja madame) y Santiago (viejo rufián), él da pasos derechos y
ella solo para atrás. Es decir, que si el hombre no dirigiera hacia dónde
va la mujer, ésta iría a la deriva en brazos de quien aceptare quererla.
“Ninguna mujer puede avanzar sino hacia atrás”, es la regla del tango, que la
mujer se deje dominar. Es el hombre, el que marca los pasos y ella avanza sin
mirar, como si fuera a ciegas, y con el peligro de temblar y sentir vértigo. Y
en caso de que una mujer deje de trabajar, será el hombre quien va a
administrar el dinero y el amor.
Liuba, la polaca, se
va a morir de tisis, el jefe dice que es una peste contagiosa, es una
enfermedad que mata. Ella no quiere morir en el burdel, ella quiere morir
afuera y tener una sepultura en tierra consagrada. Ella es judía y su religión
no perdona si muere en una casa así porque no recibe la bendición. Ella
teme que la echen en una fosa que hacen al abierto, fuera del muro. Nadia logra
sacarla del burdel junto con Carlos. Mientras está agonizando ella quiere que
le canten un tango “La copa de ajenjo” porque es lindo vivir llena de
ilusiones. Nadia le dice a Carlos que ella no es la piba que desapareció de su
barrio, ella nació en Rusia donde los judíos las tenían de acá para allá y que
la empujaron hasta la frontera con Polonia. Finalmente, Liuba muere, dicen que
fue un accidente. Su muerte no fue una desgracia para ella, sino una
liberación. Pepe necesita decir en que trabajaba ella, tendrá que inventarse un
oficio, empleada, lavandera. Nadia ha pedido que la lleven al templo y que la
sepulten en tierra consagrada.
Carlos ha leído una noticia en el diario
acerca de que muchas chicas las trajeron engañadas. Llegaban con un
contrato de matrimonio. Un tipo arreglaba todo en Europa donde había muchas
chicas en el campo, refugiadas, en Rusia y cuando llegaban a Argentina la
policía las entregaba a los tipos que las hacían trabajar como prostitutas.
Después de que Carlos termina de cantar
“Arrabal amargo”, las prostitutas se quedan aturdidas, recordando emociones
pasadas. La prostituta tres cuenta que ellas no vivieron en una sola casa, se
mudaron muchas veces. Vivían en aquellos campos de maíz y girasoles, era lindo
el campo, aunque el recuerdo triste. Siempre había una vieja, una madre, una
tía cantando cuando empezaba a oscurecer en el campo de girasoles. La casa que
ellas vivieron, era un lugar cualquiera donde había alguien que las amara y que
no querían que se fueran de allí. Las prostitutas cantan excepto Nadia,
cuya letra se refiere a donde ellas vivieron, la luz del sol que reflejaba sus
cuerpos como si fueran otras flores que cortar, o sea les quitaban la
virginidad, eran mocitas lindas como un girasol, y recordaban los campos del
Zar. Más adelante, Nadia le cuenta a Carlos que su familia llegó a Polonia,
huyendo de los cosacos, y que un día en la aldea apareció un joven que era
argentino, se casaron, pero él tenía que volver enseguida a Buenos Aires y ella
se quedó.
Hay una frase cínica
que dice Nadia: “Nosotras acá nos divertimos una barbaridad”. Dirigiéndose a
Carlos, le dice que ellas llegaron ahí porque querían, y que cuál vida sería mejor que
esa, “despertarse tarde, acostarse tarde, y pensar solamente en el placer”.
Realmente, es un cinismo porque como dice Santiago, lo único que quieren los
borrachos es manosear a las polacas mientras bailan, y eso a ellas no les
gusta. Además, una de las prostitutas dice que le gusta el tango porque
los clientes se cansan y se van temprano a su casa, o sea entre más rápido se
desocupen de ellos es mejor. También, están cansadas de decir mentiras
cuando charlan con los tipos. También dice otra frase: “Una trabaja y los
ricos se divierten”, a lo cual una prostituta le contesta que ella también es
rica, o sea que en ese oficio se gana mucho dinero, siendo esto una ironía
porque no podían estar mejor en ningún lado sino en ese.
En la obra, hay un
gran acopio de letras de canciones de tangos, ellas fueron cambiadas y
adecuadas a cada situación de la trama. La intención del autor era golpear las
fibras del público contando la historia de amor, de encuentros y desencuentros
donde Gardel conoce y ayuda a una mujer engañada y explotada por el negocio de
la prostitución a través de la letra de los tangos. Ejemplo: “Arrabal amargo”
que habla sobre la piba abandonada.
Carlos se encuentra
entre las paredes de su habitación de hotel de gran lujo, cantando con profunda
amargura, el tango “Volvió una noche”, el cual expresa que el amor entrelazado
solo fue un fantasma del viejo pasado y que ya no se puede resucitar. Que fue
una locura de su juventud y no la vio más. Qué el amor se fue en silencio. Es
decir, que se siente solo sin aquel amor que lo abandonó, sin aquella mujer que
idealizó en Nadia y la vuelve a imaginar.
La inocencia de Nadia
cuando vivía en su pueblo, se describe en el tango de una canción caucásica, a
bocca chiusa, la tierra de los girasoles donde ella creció. Que siendo una
linda mocita perdió su virginidad como si fuera una flor que cortar. Fue
allí donde ella creyó en las promesas de los hombres, como le ocurrió con el
marido que la abandonó. También, la desconfianza en su lugar de trabajo
donde todo es mentira lo que prometen los hombres. En este caso, Carlos aparece
en su vida y pretende conquistar su amor. Nadia le dice a Liuba, quien
está a punto de morir, que ya confió una vez en un hombre y le fue mal y que
nunca más confiaría en un hombre. Que no le pida a Carlos que prometa hacerse
cargo de ella. Es decir, que ella no volverá a creer en ninguna promesa falsa,
y lo que está haciendo ahora es divertirse en su trabajo, aunque en el fondo no
es verdad, solo lo dice por cinismo.
Nadia cantando con la
música de la canción alemana “Fatma”, dice: “Señores, cuenten bien todos
los pesos que les dan”. Se refiere al vuelto que los señores reclaman cuando pagan
con un billete grande. Que es preferible que no lo den porque ese vuelto
compraría dos besos y tres caricias, o sea lo que el señor quiere, es que
parezca un amor real, aunque en realidad es una farsa real, todo es mentira en
ese burdel donde dan un servicio muy especial a sus clientes con especial
satisfacción. Es decir, que quede claro que el vuelto no es para devolver
porque cada céntimo, ellas se lo han ganado dándoles una ilusión y fidelidad,
aunque el señor se niegue el fraude ver, o sea pagando un momento de
fantasía.
Una de las
prostitutas dice que los argentinos no merecen nada, que son lo peor de todos,
son mandones y las hacen bailar tango como un cangrejo desmañado. A lo cual,
Carlos sale de su escondite y les dice que por lo menos en Argentina no falta
comida para nadie, y que se vuelvan a su tierra europea, si no están a gusto
allí. Que allá tienen una maravilla de guerra, con bombas que caen una
detrás de otra. Sin embargo, en el tango “Si soy así”, no niega que el
argentino cuida su fama de macho, que le garantiza a la mujer, malos tratos,
puñetazos, cachetazos, bofetadas, puñaladas, correazos y puntapiés.
En el primer acto,
Carlos describe cómo es su barrio, y ahí menciona a su mamá, doña Berta, la
lavandera, donde los clientes van a buscar ropa limpia donde su vieja. En el
segundo acto, le dice a Nadia que no ha ido a la Argentina a ver a su vieja
pero que cuando termine la tournée en las islas, quiere ir junto con ella a
Buenos Aires, volver a casa, es decir donde está su madre.
En la comedia,
Carlos fue generoso a pesar de estar buscando una paga como cantante en el
burdel. Su compañero Aurelio, les dice a las prostitutas que Carlos solo
canta si es que le pagan, pero éste termina cantando sin cobrar porque dice que
está con ganas de cantar. Más tarde, no le cobra a Nadia cuando ésta saca
dinero entre la ropa y le quiere pagar por cantar porque a ellas les gusta
pagar y ser pagadas. Es decir, que cuando alguien lo apoyaba, él
devolvía su arte a la gente.
Carlos recibe una
carta de Nadia que lo va a encontrar en la noche, éste le pide a su amigo Pepe
le preste la foto donde está su mujer y sus dos hijos, éste se la muestra a
Nadia como si fuera su familia, lo cual es una mentira, porque nunca se casó,
ni fue padre de familia, aunque podría ser que Nadia se haya dado cuenta que le
estuvo mintiendo porque dice que los supuestos hijos, son tan rubios y que no
se parecen mucho a él.
La realidad es que
Gardel era muy reservado con su vida privada. No hay datos ciertos sobre
posibles amores, hijos naturales y lutos. Lo curioso es que, siendo un
personaje eminentemente público, el máximo ídolo de la canción latinoamericana
de ese siglo, no tuviera una vida sentimental significativa. Sin embargo,
su vida de fantasía se desarrolló cuando cantaba, sea en los ambientes bajos de
Buenos Aires o cuando se convirtió en el gran divo en el ambiente de la
aristocracia europea y de la alta sociedad de Nueva York, donde el champagne y
la cocaína no faltaban nunca. Es decir, que se escapaba de la realidad a
la fantasía.
Nadia le pregunta a
Carlos que cuándo volverá a Argentina. Éste le contesta que después de París
tendrá una gira artística por Caracas, Bogotá, Medellín y después a las Islas del
Caribe. Los planes serían que ella lo estaría esperando en la platea allá en
las islas, y después se irían juntos a Argentina. En verdad, pareciera que
Carlos no estaba contento en ningún lado, nada lo hacía feliz.
Acto II. [2 escenas] 1935 (20 años después).
En el Casino
Montecarlo se presenta al señor del Tango, Carlos Gardel. En la sala está
el barón de Openheimer, quien según Pepe es el Marqués del opio y la morfina.
También está la condesa de Rosso-Pontina, la señora de la Cocaína. El
representante de Gardel le ofrece un sobrecito que toma del bolsillo, el cual,
a otros ayuda para sacarlos de la depresión pero a él le costará mil francos el
gramo, es lo acordado, aunque en verdad, lo que él está necesitando es un
amigo. Nadia entra a su camerino cuando él justo está por abrir el sobrecito,
las manos de ella están heladas y húmedas. Ésta le dice que está acostumbrada a tomar
muchas pastillas y remedios de todo tipo y que esa noche no las había tomado.
Carlos le regala el sobrecito porque realmente ella lo está necesitando. Al día
siguiente, Nadia va a devolverle el mismo sobrecito, no lo utilizó, era la
primera vez que podía controlarse. Carlos le dice que la droga no es buena ni
mala, que lo importante es que sepa qué está queriendo sustituir con ella, quizás
más afecto. Ambos estaban llenando el vacío con el sobrecito, pero ahora
que ya estaban juntos, ya no sería necesaria la droga.
Nadia: “Yo ya viví mi futuro. Me queda solo el pasado. Pero en ese
pasado tengo una casa toda para mí.” Nadia Blumen vivió todas las experiencias de vida: casamiento,
placeres, riqueza, lujos, viajes, vicios, desconfianzas, muerte ajena y ser jefa.
No le quedaba nada más por vivir, sólo los recuerdos de lo vivido. Antes de que
Gardel muriera en el accidente, ella pensaba en su futuro y en su presente,
pero todo se desmoronó, otra vez las promesas no se cumplieron y la
desconfianza volvió. La nueva vida, la nueva casa ya no existen, por eso
se quedará viviendo en su pasado, en el burdel, que es todo para ella. Será como
vivir sin ilusiones, como estar muerta en vida, negándose a construir un nuevo
futuro.
✏️ SANDRA
SALGADO MENDOZA
Nueva
York, 21 de mayo de 2020
Imagen: TodoTango
Imagen: TodoTango