FUNDACIÓN DE BABAHOYO
Capital de la Provincia de Los Ríos
¡Oh, cuánto tiempo ha pasado!
Hoy mi ciudad no tendrá desfile en su fiesta cívica, ni el retumbar de los
tambores, ni la gracia y el garbo de sus cachiporreras.
Fue hace 10 años, la última
vez que mis ojos vieron la catedral, mi escuela, las casitas de caña y la calle Flores. Nunca más volví a saborear
la menestra y carne asada de Jorgito, los helados en palito de la calle 10 de agosto, el encebollado de Calvache, los sanduches de Panchito y el negro Anyelo, ni los rapados de hielo sabor a rosas y leche condensada.
Tampoco volví a probar, ni una
sola cucharada del típico sanchocho de bocachico, ni los maduros asados con un vaso de leche caliente de un kiosquito,
ni la tripa mishqui agachadita en una esquinita, ni los pancitos gigantes de agua del malecón, ni los panes rellenos
de piña. Y aún más, ni el aguado de gallareta flaca que me chupaba hasta el último huesito.
Desde ese entonces, no he
visto a mis amigos, ni he cruzado a pie el puente, ni volví a bañarme en
el río. Por ello, hoy en su día, extrañando todo desde esta lejanía, le dedico
loores a Babahoyo, mi tierra entrañable, mi cuna linda, a la cual juré
ante su bandera, que jamás la olvidaría.
Caricaturista:
Dalcio
✏️ SANDRA
SALGADO MENDOZA
Nueva
York, 21 de mayo de 2020