lunes, 8 de febrero de 2021

“YO SOY ESPAÑOL”. ✏️ Por Agustín Serrano de Haro. - [Análisis del libro]

 

“Yo soy español”
Libro del Primer Grado de Historia

Por Agustín Serrano de Haro

Cuando alguien te dice qué pensar, qué sentir y memorizar, dejas de ser tú.  Entonces, se vuelve algo repetitivo, como una copia de lo que otros sienten o piensan. El yo propio desaparece, y te limitas a memorizar y a escribir en un cuaderno de escuela, lo que otros te imponen y manipulan tu mente. Además, te muestran modelos a seguir de héroes con nombres, diciéndoles a los niños quienes fueron los mártires y los santos, la Virgen María y Jesucristo, y que los romanos no querían a Jesucristo y tampoco a los cristianos, y por ello, los llevaban presos, los quemaban vivos y las fieras los despedazaban. También, les contaban a los niños la historia de los hermanos valientes, Justo y Pastor, a quienes el gobernador mandó azotar con duras cuerdas.  Esta forma de educación de aquella época donde un maestro enseña cómo amar a España, la que un día fuera o acaso siga siendo la codicia del mundo, y la importancia de sentir, haciendo propios sus pesares y sus glorias a niños de primer grado, es detestable.

Sacar a la luz, el contenido de la historia de España en un aula y generar orgullo, conmoviendo las glorias del pasado, es parte del aprendizaje, pero decirle un niño de primer grado, que los judíos odiaban a los cristianos porque los niños amaban a Jesucristo y a la Virgen María, relatando el hecho sucedido a Dominguito diciéndole que por eso lo mataron. Además, dar testimonio de que los españoles cuando llegaron a América engordaban a los niños para matarlos de igual modo como ellos engordaban a los cerdos, es mil veces detestable amar de ese modo, un hijo de la llamada “Madre España”, y para colmo, idolatrar a un caudillo, al general Franco, repitiendo: “él manda y nosotros obedecemos”. Libros como “Yo soy español”, debieron ser destruidos, o haberles arrancado aquellas páginas de contenido inhumano para no ser herederos de ese tipo de ideologías. 

Nueva York, 8 de febrero de 2021

Sandra Salgado